Hijos de J. Barreras lanzó ayer al mar al WG Magellan, el segundo buque sísmico que construye (gemelo de WG Collumbos botado en junio) con la misión de detectar petróleo y gas bajo el lecho marino por medio del lanzamiento de torpedos sónicos.
Varios directivos de la armadora Eastern Gecho siguieron ayer desde la grada 1 el acto de botadura del buque, al que hoy seguirá la puesta en quilla de otros dos gemelos. La compañía chipriota-noruego-dubaití ha contratado al astillero vigués cuatro naves similares de un diseño revolucionario (con proa llamada de pico de loro, en forma de torpedo) por un valor de más de 400 millones de euros, que se están construyendo por parejas y estarán todas listas a finales del año 2009.
Además del incremento de la facturación del astillero vigués (el año pasado superó los 250 millones de euros), según estimaciones de la empresa, cada buque sísmico que se construye en Barreras deja una aportación de 30 millones de euros, en concepto de aportación de mano de obra del propio astillero y de la industria auxiliar -más de 60 empresas que suman alrededor de 3.000 trabajadores por buque-. La carga de trabajo por unidad sísmica entregada se concreta en un total de un millón de horas de trabajo.
Nuevos contratos
Y si el presente es bueno, la previsión a medio plazo mantiene la tendencia favorable para la industria naval. Hijos de J. Barreras negocia ya la contratación de seis nuevas unidades sísmicas con navieras de primer orden, según reconoce el presidente del astillero, José Francisco Viñas, que completan el calendario laboral del constructor vigués hasta el 2016.
Viñas adelanta que los contratos, que el astillero tiene previsto cerrar en este segundo semestre del año, introducirán por primera vez una cláusula de revisión del precio del acero, para compensar el encarecimiento de esta materia prima, desde el momento en que se firma el pedido, hasta la fecha de entrega.
Los seis nuevos sísmicos se suman a una carga de trabajo firmada por Barreras que se compone de un total de 19 (4 sísmicos y 4 off-shore, para Noruega; 5 ferris para Balearia y otros 5 para Armas) que suman ya cerca de los 2.000 millones de euros. De estos 23 buques en cartera, más de la mitad estarán destinadas a la industria petrolera,