La celebración del centenario de Laxeiro se traduce en una numerosa cantidad de propuestas que permiten al espectador familiarizarse con la obra del pintor lalinense, tanto con su producción más conocida como con otras obras menos populares del autor. Así, ayer se inauguró en la sede de la fundación Laxeiro en Vigo la muestra De Vigo a Bos Aires: Laxeiro e a pintura galega de posguerra .
La exposición pivota sus bases sobre el relato de la evolución cultural y artística gallega desde el final de la Guerra Civil, hasta el año en que Laxeiro se marcha a Buenos Aires, en 1951.
A través de más de cincuenta obras, del pintor y de otros de sus contemporáneos, la muestra cuenta los acontecimientos que llevaron a Vigo a convertirse en la capital de la creatividad en Galicia durante ese período, «desmontando o tópico de Vigo como cidade sen referencias culturais», explicó su comisario, Carlos López Bernárdez.
Y es que además de obras de Laxeiro, en la Casa das Artes de Vigo se pueden ver hasta el próximo 31 de agosto cuadros de Carlos Maside, Urbano Lugrís, Mario Granell, Colmeiro, Isaac Díaz Pardo, Julia Minguillón, Manuel Pesqueira, Antonio Failde y Manuel Prego.
La exhibición ha sido articulada en cinco bloques atendiendo, según apuntó Bernárdez, a un criterio mixto, temático y estilístico: El apartado A paisaxe e a cidade e o seu pulo industrial incluye obras en las que los creadores elegidos ofrecen su visión del Vigo de los años cuarenta y cincuenta. En ella se pueden apreciar ejemplos del Laxeiro menos conocido, como los dibujos y pinturas que muestran una temática urbana en la que José Otero Abeledo plasma estampas industriales y marineras de su ciudad de adopción.
Retrato burgués
La sección O retrato ofrece un análisis estético del retrato burgués en tiempos de precariedad. En esta sección se puede ver un autorretrato de Laxeiro (con el que se inicia este recorrido por la historia del arte gallego como puente entre Galicia y América) y otros que hizo de Díaz Pardo, Xosé María Álvarez Blázquez o María Xosé Queizán, a la que dibujó de niña. La sanguina está firmada en el año 1948 y lleva la dedicatoria: «Para a nena máis bonita de Galicia».
También se exhibe un retrato que la pintora Julia Minguillón le hizo al intelectual y académico Fernández del Riego o un perfil que Díaz Pardo esbozó de la neoexpresionista María Antonia Dans.
El apartado O mundo intelectual refleja las conexiones entre el ámbito intelectual y artístico con ejemplos como el famoso cuadro en el que Xoán Ledo inmortalizó a los fundadores de la editorial Galaxia.
Por último, Continuidad y renovación contiene piezas de artistas de la talla de Laxeiro, Maside, Lugrís, Granell, Colmeiro, Díaz Pardo e Julia Minguillón, entre otros. Esta obra está encuadrada en el contexto de la evolución del movimiento renovador del arte gallego de la preguerra y su evolución posterior.
De Vigo al parlamento gallego
La muestra se ha realizado en coproducción con el Concello de Vigo y el Parlamento de Galicia. La presidenta de esta institución, Dolores Villarino, acudió a la presentación de la muestra que se trasladará en septiembre a la sede del organismo gallego en Santiago, donde permanecerá abierta al público hasta diciembre.
Villarino aprovechó la ocasión para recordar a los ciudadanos que el parlamento gallego posee una colección de arte compuesta de más de doscientas obras de las que puede disfrutar el público. Entre ellas, destacan las vidrieras firmadas por el propio Laxeiro y las que hizo Isaac Díaz Pardo.