Las lonjas de O Berbés están empezando a recuperar el equilibrio de ventas de pescado (perdido durante varias semanas por el amarre de la flota y la falta de suministro), gracias al retorno escalonado de las decenas de buques de Gran Sol que zarparon hacia el caladero a partir del pasado día 19 de junio, después de permanecer amarrados al puerto en virtud del acuerdo de la patronal pesquera Cepesca, en el que se concretó una protesta contra el alza del carburante y en favor de medidas que permitan a corto y medio plazo dar viabilidad a un sector tocado por la crisis en varios flancos: precios del gasóleo, bajos valores del pescado en primera venta y restricciones de cupos de captura.
Aunque ayer solo se subastaron 72 toneladas de pescado, tanto de especies de bajura como de altura, el jueves la cifra se elevó a 190 toneladas, una cuantía que ya se considera dentro de los límites de actividad de un día normal. Durante toda esta semana, además de los barcos de litoral y los espaderos, han entrado a descargar en el puerto de Vigo un total de 11 camiones y 15 pesqueros de Gran Sol. Uno de los previstos, el Koaxi , finalmente no arribó al hundirse el pasado jueves por una vía de agua.
Durante la próxima semana, la llegada de barcos del Gran Sol sí que se prevé realmente masiva. Hasta 19 gransoleros y diez camiones cargados con pescado fresco llegarán al puerto de Vigo. Lunes y viernes serán los días grandes de la semana, según prevé la Cooperativa de Armadores. La flota viguesa que faena en estas aguas comunitarias está compuesta por cerca de 70 buques, y es una de las mayores de España.