The Highlights cantan de espaldas en A Coruña como homenaje a Dylan

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

23 may 2008 . Actualizado a las 11:54 h.

Me apropio de la frase de Groucho Marx porque viene al pelo al caso. Y el caso es que nunca se imaginó Henrique Tello, a la sazón teniente de alcalde de A Coruña, la que se iba a montar por un quítame allá esa frase poco afortunada sobre la posible contratación de Bob Dylan. El último capítulo (igual a estas horas el penúltimo) lo han protagonizado The Higlights, convecinos de don Henrique.

Durante su actuación en el pub Suite de la ciudad herculina decidieron hacer un guiño a las declaraciones del edil nacionalista, sí esas en las que vino a decir que Dylan no actuaba en A Coruña porque canta de espaldas al público, y así cantaron ellos precisamente una de las canciones, de espaldas. Mientras lo hacían, los asistentes coreaban el apellido de Tello.

Cuentan los que vivieron la escena que el vocalista del grupo repartió estopa verbal, a partes iguales, para González Garcés (concejal de Cultura) y para Tello, al tiempo que reafirmaba el gran poder de convocatoria que tiene el autor de Blowin in the wind. Curiosamente, The Higlighits se definen como una banda de tributo a Dylan, lo que implica que tienen que estar el doble de dolidos por las declaraciones en cuestión que el resto de los millones de fans que tiene desparramados por el mundo el último premio Príncipe de Asturias de las Artes. Pues sí. Revuelo en la fuente de Gándara. No era para menos. Les cuento el episodio: llega al famoso manantial mondarizano una excursión. Bajan del autobús con prisa (tendrían sed) un par de excursionistas (varones) y se topan de frente con Paula Vázquez en biquini. Se frotan los ojos, se los vuelven a frotar y allí sigue la guapa presentadora ligera de ropa. Era tan de buena mañana que pensaron que a esa hora no habría visitas. Pero las hubo. Eso sí, fueron tan amables los excursionistas que modificaron el itinerario para que pudieran rematar el trabajo con tranquilidad.

Y es que Paula (y el resto de su equipo) estaba de tal guisa tan a deshora en Gándara porque fue uno de los escenarios que eligió para presentar su nueva colección de baño. Biquinis y triquinis muy ponibles, dice ella. «Tan ponibles que a mi madre le sientan estupendamente», asegura.

La elección del Balneario de Mondariz para la sesión de fotografías no fue gratuita. Amén de que es gallega y le gusta ejercer de ello, quería un escenario especial. También quería pasar lo más desapercibida posible. Eso ya fue más difícil porque el hotel estaba de bote en bote, ya que su estancia coincidió con la celebración de un torneo nacional de golf.

La fórmula fue pegarse el madrugón. Fresca como una lechuga (es lo que tiene acostarse casi con sol), empezó la sesión de maquillaje poco después de las seis y media de la mañana. Y antes de las ocho empezaba a posar. Primero en el palacio del agua, luego en la escalinata del Gran Hotel, más tarde en la fuente de Gándara... En la que, a la anécdota excursionera Paula sumó otra personal. «¡Qué coincidencia! Se llama igual que el pueblo de mi abuela».

Una involuntaria pero encantada espectadora de buena parte de la sesión me cuenta que si la colección de biquinis que lució era buena, la de calzado no le iba a la zaga. «No creo que la tenga tan buena ni Sarah Jessica Parker», afirmaba con cara de envidia.

Cuando acabó la obligación y llegó la hora de la devoción, Paula Vázquez optó por marcarse un aperitivo en el campo de golf para, a continuación, trasladarse a comer al pazo de Mariano Peláez, en Arbo. No hay que olvidar que la presentadora-diseñadora es la imagen de Marqués de Vizhoja, la bodega de los Peláez.

La crisis (desaceleración dicen los expertos) no entiende de grandes ni de pequeños. También el sector de hostelería ha empezado a notarlo. Carlos Lemos, uno de los profesionales que más trienios suma en el mundo de los fogones en Vigo ha decidido coger al toro (de la crisis) por los cuernos.

Quiere que su casa, Las Bridas, siga siendo punto de encuentro habitual para comidas de negocios y celebraciones familiares. Consciente de que los bolsillos no viven las alegrías de otrora, acaba de incorporar a la carta lo que llama plato del día con un precio único de 12 euros.

En la lista de propuestas figuran filetes de lenguado con crema de erizos, puré de manzana verde y arroz de verduras, osobuco en salsa de setas o bacalao al horno a la portuguesa. Carlos Lemos asegura que la iniciativa está cuajando, lo que implica que la desaceleración es más que una palabreja.