La Xunta agilizará las obras para abrir los viales que aíslan a Filgueira

VIGO

La consellería no establece plazos y pide disculpas por las molestias que causen a los 200 vecinos

01 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Todo lo rápido que puedan. Así trabajarán en las carreteras que llegan a la parroquia de Filgueira, en Crecente. El objetivo de las prisas es recuperar del aislamiento a los 200 vecinos de la zona, rodeados por obras. Desde la consellería de Política Territorial piden disculpas por las molestias pero aseguran que la situación se remediará lo antes posible y los resultados compensarán los problemas actuales.

Pese a que no dan fechas para las tres conexiones principales que tienen los afectados, aseguran que dos de ellas no tardarán en solventarse. Es el caso de la carretera a A Cañiza, cortada desde el pasado 22 de diciembre y que se esperaba, estuviera ya terminada a estas alturas.

También planean que el puente que une Pontevedra a Ourense por Cortegada pueda quedar terminado en breve, para que se restablezca el tránsito de autobuses y camiones por la zona. En la actualidad solo los turismos pueden pasar por el puente viejo.

Respecto a las obras que cortaron este lunes el camino directo a Ribadavia, desde la consellería apuntan a que se trabaja en la zona desde hace meses sin interferir en el tráfico, pero ahora ha sido imprescindible para garantizar la seguridad de operarios y conductores.

Los vecinos afectados esperan que así sea, aunque no dejan de mostrar su incredulidad. «Hablamos con los obreros y dicen que la carretera de A Cañiza no estará por lo menos hasta julio, porque después de asfaltar todavía tienen que poner las vallas protectoras, así que siendo optimistas y si no llueve tardarán aún meses», asegura uno de los miembros de la asociación vecinal de la parroquia.

Recorridos alternativos

Todas estas obras en la zona han provocado que sea necesario dar rodeos de 22 o 17 kilómetros para poder estar comunicados con los principales núcleos de población cercanos. «Estamos solo a diez kilómetros de Ribadavia y es habitual ir allí a hacer la compra. Además, había una línea regular de autobuses que iba por la zona, lo que facilitaba los viajes de mucha gente mayor», apuntaba una de las mujeres que residen en la zona. Ella y otras muchas han descubierto que pasar un rato en la carretera provoca el acercamiento de muchos coches preguntando direcciones.

A cambio de todos estos problemas, desde la Xunta prometen que las mejoras de los viales serán sustanciales, tanto en el firme como en el trazado, de lo que se beneficiarán posteriormente a todos los vecinos en la parroquia.