Abuelos y nietos comparten escenario de juegos

Soledad Antón soledad.anton@lavoz.es

VIGO

25 abr 2008 . Actualizado a las 11:48 h.

Llegó la hora (nunca es tarde) de conjugar el verbo compartir aplicado a las instalaciones lúdico-deportivas de los parques. Se acabó la estampa del pequeño columpiándose o tirándose en picado tobogán abajo mientras padres y abuelos tratan de hacerse un hueco en el banco más próximo y ejercer de aburridos vigilantes. Desde ayer unos y otros pueden compartir escenario de juegos en la avenida de Castelao.

Para dar ejemplo, Abel Caballero, que cortó la simbólica cinta, hizo una demostración práctica de cómo funciona el invento y, de paso, dejar constancia de su elasticidad. Tampoco Isaura Abelairas quiso perder la oportunidad de descubrir las muchas posibilidades que ofrecen los aparatos. Fue la concejala de Obras la que puso en su día en marcha un proyecto que ahora tendrá que continuar su compañera de gobierno Raquel Díaz.

Si se cumplen las previsiones, el Concello destinará medio millón de euros cada año a este cometido. El circuito para mayores está formado por escalera, barra ondulada para ejercitar los brazos, tubo de presión para pulsos, barra de torsión para la cintura y elementos varios para abdominales, respiración... Lo dicho, ahora van a ser los abuelos los que metan prisa a los nietos para bajar al parque.

Desde hace 22 años la central sindical viene reconociendo la labor, el esfuerzo y el compromiso solidario de hombres, mujeres y colectivos sociales que se hayan destacado por mejorar la calidad de vida de los trabajadores. Lo hace siempre en el transcurso de una cena justo el viernes anterior al Primero de Mayo. Hoy vuelve a ser ese viernes.

Esta vez los premiados a título individual son Pilar García Giménez, A Andaluza, recientemente fallecida, y Salvador Pérez Rodríguez, en tanto en el capítulo de colectivos la destinataria del galardón será la industria auxiliar del sector naval.

Cuentan quienes la conocieron que, haciendo honor a su nombre, Pilar fue un ídem imprescindible en las conquistas de la clase obrera viguesa. «Sufriu na sua pel a represión do réxime franquista, ata acabar na cárcere», recuerdan. Miembro del Partido Comunista en la clandestinidad, cuando regresó de la emigración se incorporó a la plantilla del Grupo Álvarez, donde su tarea fue determinante en la formación del sindicato.

A Salvador Pérez se le reconoce su compromiso en defensa de las libertades democráticas. Apenas había cumplido los 15 años cuando empezó su andadura laboral en Vulcano, que le despidió por ser uno de los organizadores de la famosa huelga del 72. La amnistía laboral le permitió regresar a la factoría.

Finalmente, el premio a la industria auxiliar del naval tiene mucho que ver con su aportación a la negociación del convenio del metal del 2006 y, especialmente, por su firmeza en la defensa de la ampliación de dicho convenio.

La Asociación 11-M, Greenpeace, Amnistía Internacional, Santiago Carrillo o Carmen Avendaño son algunas de las personas y entidades que se han hecho acreedoras en ediciones anteriores de los premios.

La artista irlandesa afincada en el Casco Vello vigués ha elegido el título de uno de los cuadros para dar nombre a la exposición que ayer inauguró en Herba Luisa, uno de sus locales de referencia en el barrio, a un paso de la Colegiata. Sarah desembarcó en Vigo a mediados de los 80 con su licenciatura en Español bajo el brazo. Desde entonces comparte sus clases de Inglés con su pasión por la pintura.

Hay pocos soportes que se le resistan, ya que al margen de cuadros al uso, esto es sobre lienzo, pinta camisetas y hasta jabones. Le gusta el color y se nota, igual que se nota su querencia por lo abstracto o por el expresionismo. «Tamara de Lempicka es una de mis pintoras favoritas», afirma.

Lo de elegir un bar como escenario de su muestra tiene mucho que ver con la necesidad que dice que «todos sentimos de tener espacios de encuentro en los que relacionarnos con la gente».

El hotel organiza su particular feria de abril este fin de semana. El acto central será la cena de mañana, que incluye fiesta por sevillanas en la bodeguita hasta que el cuerpo aguante, en todo caso hasta bien entrada la madrugada.

Por si después del gazpacho, la ensalada de bacalao sobre fondo de salmorejo, la carrillada al vino y el pastelillo de queso con frutos rojos y, sobre todo, del baile, lo que menos apetece es coger el coche, sepan que existe una oferta de alojamiento con circuito por el palacio del agua incluido. ¡Olé!