«El mono que provoca el alcohol es mucho peor que el de la heroína»

Alberto Magro

VIGO

El riesgo de convertirse en adicto está infravalorado: tras una charla con alcohólicos, la doctora Fuentes explica que engancharse a una sustancia puede ser cuestión de genes

10 abr 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

En la sala hay 35 personas. La mayoría duermen en la calle y son adictas a varias sustancias. Viven y sufren con ellas. Por eso han acudido al centro cívico del Casco Vello a hablar del alcohol que les hace perder el norte y las drogas que les impiden encontrarlo. Colectivos como El Imán y centros de apoyo como Cedro tratan de mostrarles el camino para escapar, pero la doctor Marina Fuentes explica que no es fácil. Hay que estar motivado y tener el apoyo social necesario, una combinación menos frecuente de lo que a los profesionales y a los propios adictos les gustaría.

-¿El problema es el alcohol o estar en la calle?

-La forma de afrontar la situación es muy distinta. Una persona de nivel sociocultural alto sabe adónde acudir para solucionar su problema, pero a alguien que está en la calle no busca ayuda médica ni cuando tiene neumonía. Por eso organizamos este tipo de jornadas, para que sepan que tienen que recurrir a especialistas.

-Por cuestiones culturales, se tiende a creer que el adicto al alcohol es menos adicto.

-Pues el mono que provoca el alcohol es peor que el de la heroína. Y si tienes síndrome de abstinencia eres un adicto. Otras cuestión es que el alcohol no tiene tanta potencia adictiva como la heroína, pero la dependencia tiene consecuencias físicas más severas.

-¿Y qué efectos causa el alcohol a medio y largo plazo?

-La ansiedad y la depresión son frecuentes. Se da además un deterioro cognitivo, aunque es leve. Hay gente con alcoholismo que sufre trastornos de la personalidad de base o de explosividad, que les llevan a perder el norte. Y luego están las alucinaciones.

-¿Los alcohólicos son conscientes de que lo son?

-El problema del alcohol es que nadie se pone en tratamiento hasta que le pasa algo realmente importante: ocurre algo con la pareja, se pierde el empleo, aparecen problemas de salud, o sociales... El alcoholismo se da en todas las clases sociales. En Galicia hay estudios que muestran que las personas de nivel sociocultural bajo y medio-alto son las que más lo sufren, y la diferencia entre ambos grupos es mínimo.

-Otros estudios, centrados sobre en la población joven, indican que cada vez se empieza a beber más pronto.

-Yo no lo tengo tan claro. Tengo pacientes en la cárcel [la doctora Fuentes también trabaja en A Lama] que empezaron a beber con nueve o diez años. Cuando se comienza tan temprano es porque se vivió el alcoholismo en casa.

-¿Y cómo influye el botellón, tan extendido y asimilado socialmente?

-Del botellón se habla más ahora, pero siempre existió. El mayor problema que tiene el consumo masivo de alcohol es que los que están genéticamente predispuestos van a acabar siendo alcohólicos, y el resto se van a meter en líos. Habrá quien acabe cometiendo delitos, quien haga alguna burrada, chicas en situaciones de riesgo, abusos, violencia...

-Estamos entonces infravalorando los riesgos...

-Es que es difícil que alguien de quince años se dé cuenta de que tiene un problema con el alcohol. No piensa en su futuro dentro de cinco años, sino en hoy y mañana. Ocurre algo similar con el cannabis, que hay quien lo considera inocuo, pero si se consume de forma esporádica va a dar problemas, y si se consume a diario, graves problemas.

-¿Qué tipo de problemas?

-Esquizofrenia, por ejemplo. Hay personas que tienen predisposición genética y no la desarrollan, pero si fuman pueden hacerlo.

-¿Qué le aconsejaría a alguien que quiere desintoxicarse?

-Lo mejor es acudir a un centro especializado. Tenemos todos los recursos para tratar estos casos. También se puede acudir al médico general y que te mande al psiquiatra, pero la lista de espera es de varios meses y el seguimiento no es tan intensivo. Y el que es adicto, lo es siempre.

-Durante la jornada de apoyo, un alcohólico rehabilitado que ahora ayuda a desengancharse a otras personas decía que si alguien le daba una razón que justificase darse al alcohol él dejaba la abstemia y se iba a tomar cubatas. Si las razones sociales por sí solas no bastan, ¿qué desencadena una adicción?

-Tiene que haber una predisposición genética, sobre la que influyen factores de socioculturales (como los hábitos de tu pandilla) y razones de la propia vida: crisis, malos momentos...

-Cuando habla de predisposición, se refiere a la adicción en general o a una sustancia en particular.

-No, quiero decir que hay una predisposición genética global a todas las adicciones.

-O sea que alguien adicto al tabaco, por ejemplo, está también predispuesto a cualquier otra adicción.

-Eso es. Casi todo el mundo entra en contacto con el tabaco alguna vez en su vida, y unos acaban adictos y otros no. La elección de la sustancia se hace al final en función de las facilidades de acceso a ello, o de motivaciones socioculturales. Pero quien es o ha sido adicto a una sustancia no debería jugársela con otras.