Aunque todavía es pronto para conocer cómo será la nueva gira de Lenny Kravitz, sí se pueden trazar algunas líneas que han sido una constante a lo largo de su carrera encima de los escenarios. Ante todo, el neoyorquino es un animal de directo. En sus giras, no solo asegura una entrega total, sino que recorre los instrumentos base de su banda en diferentes momentos de la actuación.
En el año 2004 actuó en varias ciudades españolas para promocionar su séptimo disco, Baptism . Unas bolas gigantes de espejos presidían los escenarios. La banda que le acompañaba era una formación clásica de rock, acompañada por una sección de vientos y un coro. Durante dos horas, Lenny Kravitz se dedicó a presentar las canciones del que era entonces su nuevo disco, pero sin olvidar sus grandes éxitos del pasado. Mama said , American woman o fear , así como la continua atención que el músico mantiene con su público sirvieron para enardecer al público. «Un grandísimo espectáculo», dijeron los críticos del concierto que Lenny Kravitz ofreció en Madrid el 13 de junio del 2004.
Dos horas de concierto
Dos años antes, el músico ya había visitado el Palacio Vista Alegre de Madrid para presentar su álbum 5 . En aquella ocasión, las dos horas volvieron a ser el espacio cronológico marcado por el músico para combinar las nuevas canciones con los clásicos. Nuevamente, la formación clásica de una banda de rock volvió a presidir el escenario, esta vez solo ocupado por una gran pantalla en la que se proyectaban imágenes psicodélicas. Claro que aquel disco tenía una profunda inspiración en los sonidos del rock de finales de los sesenta y comienzos de los setenta. Lenny Kravitz acabó cantando una buena parte de su primer disco, Let love rule , en el foso que separaba el escenario del público, algo que siempre agradecen los espectadores más madrugadores.
Ahora, el disco que motiva la nueva gira, It is time for a love revolution , propaga un mensaje de amor. «Pienso que la revolución del amor es algo que debe empezar en cada uno de nosotros», dice el músico, que recientemente ha reconocido que lleva tres años sin tener relaciones sexuales debido a una promesa que se hizo a sí mismo.
Dicen las críticas que este nuevo álbum de Kravitz, es una ensordecedora llamada a las armas de rock and roll, ofreciendo una mezcla universal de ritmos soul, funk y jazz y el innegable lirismo que ha sido su marca hasta la fecha. «Me encanta este disco, la sensación y el sentimiento inmerso en este trabajo», declaraba Lenny Kravitz sobre la publicación. «Me sentía como un niño jugando en mi habitación, y eso es lo más importante que puedes explotar, esa sensación de ser libre».
El 29 de mayo será el día en el que Lenny Kravitz aterrice en Vigo para traernos su mensaje de la revolución del amor.