Después de medio siglo de vida en el grupo de danza Froles mareliñas han decidido que es tiempo de echar un vistazo al pasado sin perder de vista el futuro. El objetivo último es lograr que lo hecho hasta la fecha no se pierda en el olvido. Con tal motivo, han decidido aprovechar tan redondo aniversario para realizar sendas exposiciones gráfica y sonora, tal vez publicar un libro y, desde luego, bailar y bailar.
Disponen de bastante material pero, sabedores de que hay mucho más, han empezado a buscarlo por tierra, mar y aire. La primera medida fue crear una comisión que se encargue de organizarlo todo y de la que forman parte, entre otros, Fernando Davila, Xurxo Cabaleiro y Miguel Martínez Salomón.
Desde su puerto base, el Círculo Cultural Recreativo de Chapela, han lanzado un llamamiento de socorro. Piden que todas aquellas personas que puedan tener información, fotografías, vídeos, carteles de actuaciones, anécdotas..., se pongan en contacto con ellos (ccrchapela@lycos.es) para hacérselo llegar.
Sabedores de que para embarcarse en un proyecto como este se necesita el concurso de mucha gente, convocaron hace unos días a las personas que en algún momento de la historia del grupo formaron parte de él. Martínez Salomón, primer director de Froles mareliñas, reconoce que la respuesta de la gente les sorprendió en positivo.
A lo largo de estos 50 años el grupo ha tenido sus altos y sus bajos, pero los sucesivos directores, la familia Cabaleiro Miralles al completo (Ángel, Antón y ahora Xurxo) han mantenido la filosofía inicial, profundizando en las raíces culturales de Galicia. Desde aquella primera actuación en las fiestas de Bouzas de 1958 ha llovido mucho. Ahora quieren empaparse con retazos de todo lo vivido. Están dispuestos a rebuscar incluso en el archivo de No-Do. Suerte.
Santi Domínguez, recibió ayer en el Concello a un grupo de guías turísticos que estos días realizan un curso de especialización en atractivos de Galicia. Entre pinchito y pinchito vino a decirles que en buena medida, de cara al exterior, estamos en sus manos, que son los mejores embajadores de la ciudad y que la mejor manera de vender Vigo es presentarla como una ciudad con corazón.
Claro que para disponer de otros mimbres turísticos, por la mañana se patearon el Casco Vello y por la tarde se fueron de museos, en concreto los de Castrelos y el Mar. Bienvenidos. Pablo Diego, al piano. En su afán por recuperar el protagonismo cultural que vivió a principios del XX el Gran Hotel, el Balneario de Mondariz organiza cada temporada veladas musicales. Hoy, en pleno ciclo de piano, es el turno del coruñés Pablo Diego, flamante premio nacional Infanta Cristina. Ha elegido para la ocasión obras de Chopin, Mompou, Rameau y Albéniz. Se da la circunstancia de que habiendo representado a España en el Festival Steinway de Hamburgo, será precisamente un Steinway, propiedad del Balneario desde 1940, el instrumento que usará para la velada musical. Coincidencias.
Lo están preparando en la ONCE. Quieren reconocer así el trabajo de los vendedores de cupón más veteranos o, lo que es lo mismo, con un montón de trienios a sus espaldas. Me cuentan que en Vigo empieza a notarse el trabajo del nuevo director, Arturo Parrado. Y para bien. Dicen que quiere abrir la casa para que podamos conocerla mejor. Estaremos atentos.