La compra para la cena de Fin de año cuesta en Vigo casi el doble que hace un mes

Alberto Magro

VIGO

El camarón y el rodaballo salvaje son cinco veces más caros que en noviembre

27 dic 2007 . Actualizado a las 11:27 h.

Quien haya dejado la compra de Fin de año para el último momento se puede llevar un buen afeitado. Y quien, por el contrario, haya tirado de congelador puede haber hecho la jugada de diciembre, porque en un solo mes los productos para la cena más entrañable del año se han encarecido un 86% en Vigo.

Lo comprobó La Voz en las últimas semanas, en las que tomó los precios de 25 de los productos más demandados en estas fechas. Para ello acudió a las instalaciones de las principales grandes superficies de la ciudad y a la plaza del mercado de As Traviesas. Y el resultado no puede ser más esclarecedor. La misma compra que entre el 15 y el 21 de noviembre costaba 241 euros sale ahora por 475 euros: casi el doble en un mes y suficiente para explicar la creciente costumbre viguesa de congelar pescados y mariscos comprados en octubre y noviembre.

Basta analizar la cesta de la compra para darse cuenta de que lo único que realmente ha dado un salto lesivo para el presupuesto de las familias es el pescado y el marisco. Y esa es otra tradición navideña, que obra el milagro de que el mismo rodaballo salvaje que en noviembre cotizaba a 13 euros el kilo se vende ahora por 58 euros. Su valor se ha multiplicado así por cinco en cuatro semanas. Casi nada. Y lo mismo ocurre con otros bichos de muchas patas muy buscados en estas fechas, como el camarón o las cigalas, que son ya tan caros que resulta complicado encontrar quien los venda. Lo hace por ejemplo El Corte Inglés, que ha pasado de cobrar 18 euros por kilo de camarón a clavar 99,90. Y subiendo, porque la previsión es que el delicioso y minúsculo crustáceo acabe saliendo por 120 euros.

Se vende menos marisco

De ahí que quien anda más justo ponga la mandíbula a rillar especies más baratas. «Se está vendiendo bastante choco, nécora, buey, langostino, pero cuesta», explica en su puesto de la plaza de As Travesas, Maica, que pronostica que no va a ser un año de negocio. Y no hay que dar muchas vueltas para confirmarlo. Lo dicen casi todas las pescantinas y lo corroboran las compradoras de la mañana: «A estos precios da miedo hasta llevarse una merluza. Este año tendremos langostino y rape, en la cena, pero no nos vamos a volver locos con centollos y similares. Eso ya lo comeremos en otras fechas», apunta Adela Santiago, consciente de que el marisco no se acaba en Navidad. En cambio los euros sí pueden agotarse. Sobre todo con subidas del 70% como la del pulpo, que pisa fuerte en el mercado: 10,4 euros por kilo. Son muchos, pero más son los 27 del besugo o los casi 35 del kilo de centollo.

Menos miedo da el resto de la lista de la compra. Productos como el cava, los polvorones o los turrones apenas han variado su precio en un mes. Eso sí, es posible ahorrar mucho dinero si se apuesta por marcas blancas, que salen de media un 90% más baratas. Aunque ya saben: un día es un día. Y ahorrar un euro en nueces no evita el afeitado que supone darse a la quisquilla.