El siguiente trámite se cumplimentaba poco antes de las tres de la tarde, cuando los usuarios dispusieron de las hojas de reclamaciones en las que dejaron constancia unánime de la situación: «No nos permiten llegar a Gondomar desde Vigo, a pesar de que ese es el itinerario que anuncia el propio autobús, quisimos bajar en Mañufe para volver a subir pero, tampoco nos dejaron». Sólo entonces los usuarios desalojaron el autobús y, por obligación, continuaron su peregrinaje hasta el centro.
Entre los afectados, tantas historias como días llevan soportando la situación. El episodio que tuvo que vivir uno de ellos recientemente fue el detonante de esta protesta. La joven, con una situación de movilidad reducida, tuvo que apearse en Mañufe e ir andando hasta el centro, porque venía desde Vigo. Ayer también tuvo que recorrer un duro trayecto para intentar evitar que se repitiera y subió al autobús más adelante. De nuevo paró en Mañufe pero, esta vez lo decidió voluntariamente para apoyar la protesta y, sólo después, continuó viaje.