Marta Lemos Jorge, periodista canguesa, empezó hace casi diez años a escribir un libro sobre la obra del escritor santiagués afincado en Tirán, José María Castroviejo, tanto en su faceta literaria como en la de articulista. El libro fue presentado anteayer en el hostal de los Reyes Católicos, en Santiago, por el conselleiro de Medio Ambiente.
-¿Por qué centró su trabajo en la obra ambiental de Castroviejo?
-Yo sabía de la relación de Castroviejo con Cunqueiro, pero desconocía su obra literaria y periodística. Empecé a investigar en las hemerotecas y descubrí que había una faceta muy importante y desconocida, que era su apego al mundo natural y su faceta como ecologista pionero.
-¿Por qué lo define como ecologista?
-Porque desde los años cuarenta del siglo pasado, Castroviejo adelantó propuestas de conservación medioambiental muy similares a las que están hoy legisladas. Incluso propuso alternativas que todavía no están superadas, como la importancia de erradicar costumbres como la pesca con dinamita, sobre la profesionalización del sector pesquero con medidas laborales y económicas adecuadas, sobre la repoblación de los montes con especies autóctonas, la creación de reservas en zonas de humedales o la creación del parque nacional de Os Ancares para preservar la zona y evitar la emigración.
-¿Fue una postura bien entendida en su época?
-No. Es más, le trajo muchos problemas personales y laborales. Fue cesado en la dirección de El Pueblo Gallego por discrepancias con su linea editorial por promocionar una campaña sobre el aprovechamiento racional de los recursos pesqueros y la mejora de la calidad de vida de los marineros de la ría de Vigo. A causa de su oposición manifiesta a la instalación de una fábrica de pasta de papel en la ribera del río Ulla fue quemado en efigie en un acto público por aquellos que apostaban por un modelo de industrialización a toda costa.
-Se opuso a la celulosa de Lourizán?
-Pidió que se estudiasen los efectos de otras factorías similares en otros lugares de Europa para no cometer los mismo errores, lo que hoy se traduciría en la necesidad de hacer un estudio de impacto ambiental.
-Fue cazador y ecologista. ¿No es incompatible?
-Su afición lo llevó a apreciar la vida que se esconde en cualquier entorno, a ser un atento observador de la naturaleza. Castroviejo propuso, por ejemplo, que antes de otorgar una licencia de caza se obligase al cazador a identificar las especies a abatir, las protegidas y las sensibles.