El congreso popular de cardiología revienta de éxito

VIGO

Povisa organizó unas jornadas en las que el público entiende qué dicen los médicos

29 sep 2007 . Actualizado a las 02:00 h.

Por fin los médicos han descubierto cómo atender a más de doscientas personas en una sesión de media hora. La fórmula se llama Congreso Popular y el método consiste en abrir las puertas al público en general, en sesiones informativas en las que al final de cada ponencia se admiten preguntas de los oyentes. El hospital Povisa organizó ayer en Vigo uno de estos encuentros centrados en las afecciones del corazón.

El éxito arrollador del primer Congreso Popular de Cardiología sorprendió hasta a los propios convocantes, que no esperaban que el pequeño auditorio del Centro Social Caixanova no fuera suficiente para dar respuesta a la demanda de información que existe entre el ciudadano medio. «Si fuera cualquier mamarrachada lo pondrían en un sitio más grande», refunfuñaba un anciano al enterarse de que ya no había sitio para sentarse. Como no quedaba libre ni un asiento, el doctor Marcelo Sanmartín, jefe de Cardiología de Povisa, tras dar la bienvenida a los asistentes se dedicó a bajar de la tarima los asientos reservados para los ponentes de la presentación, para que algunos de los que quedaban de pie por las esquinas.

Si en las sesiones especializadas que organizan tan a menudo los profesionales de la medicina (más de 300 al año en el caso de la especialidad de Cardiología) el lenguaje es tan técnico como aburridas las ponencias, en el congreso popular las charlas son breves, concisas y muy didácticas. El entusiasmo del público hacia el orador es algo inédito para galenos acostumbrados a hacer bostezar a sus colegas que dormitan entre pincho y cóctel.

Esto es distinto. Cuando a uno le duele, pone toda su atención en lo que le dicen. El doctor Manuel Vilar abrió la batería de conferencias con una aplaudidísima exposición sobre la angina de pecho y terminó en un mano a mano con el simpático doctor Sanmartín contestando dudas y despejando balones con respuestas tipo «Lo mejor es que consulte a su médico», porque está claro que no se puede diagnosticar a la primera de cambio. Pero los asistentes lo intentaron. Está claro que gran parte de la gente que acude a un evento como este lo hace por prevención, por hipocondría o porque sufre directamente o en su entorno más cercano alguna afección cardíaca. Entre los que agarraron el micro para preguntar había pacientes infartados, hijos con madres enfermas del corazón, mujeres con sus maridos convalecientes... Y todos intentaban saber algo más de eso que normalmente un médico les niega en las consultas: Información clara, respuestas amables y comprensión. En el Congreso Popular de Cardiología los médicos estaban físicamente lejos de los que les escuchaban, pero más cerca que nunca.

Hoy, otro congreso

En el Día Mundial del Corazón, el congreso de Povisa no fue el único acto del sector sanitario centrado en este músculo poderoso. Para los que se hayan quedado con ganas de más, el área de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de Vigo también celebra hoy unas jornadas que tendrán su versión popular y abierta a todo el mundo en el Centro Social Caixanova con ponencias desde las 10 de la mañana a las 9 de la noche.

La conselleira de Sanidade, María José Rubio, acudió a la inauguración de las jornadas Vigo con corazón , que además despliegan tres carpas en la calle del Príncipe en las que informan, enseñan a reanimar a un infartado o toman la tensión. Los eventos coronarios tendrán su colofón mañana con una marcha que saldrá a las 11 horas de la entrada del Museo Marco.