Vigo será, al igual que Marín, una de las dos bases de operaciones para el vaciado del fuel de los tanques del petrolero Prestige , hundido hace un año y medio a unos 240 kilómetros de la costa gallega con alrededor de 14.000 toneladas de hidrocarburo en su interior. El buque noruego Polar Prince , que lleva a bordo los robots que perforarán el casco del pecio, hizo escala ayer en el puerto de Vigo, procedente de Cádiz, y zarpa en las próximas horas hacia el puerto de Marín, desde donde remolcará hasta el punto de hundimiento del petrolero la primera de las cinco lanzaderas construidas por la firma viguesa Aister. Estos artefactos tienen como cometido transportar hasta la superficie el fuel del Prestige , posado en el lecho marino en dos mitades a más de 3.500 metros de profundidad. Las lanzaderas, fabricadas por Aister en la Factoría Naval de Marín y en Factorías Vulcano, tienen forma cilíndrica y capacidad para almacenar hasta 350 toneladas. Hoy está previsto que se haga una prueba en el puerto de Marín para saber en detalle los cálculos de peso necesarios para hundir el artefacto y poder dirigirlo hacia el pecio. Una vez descendido hasta los 3.800 metros de profundidad, el objetivo del enorme recipiente será ir almacenando el fuel, una vez que los robots abran las válvulas adosadas al casco de la nave. Remolcar hasta Ferrol La operación de extracción del hidrocarburo precisa, además, de un buque de apoyo, en donde se vertirá el fuel una vez que las lanzaderas lo eleven a la superficie. Si no funcionase esta acción de bombeo desde el cilindro hasta el buque tanque por la solidificación del fuel, los expertos de Repsol prevén que un barco arrastre hasta Ferrol el cilindro con todo su contenido. «En condiciones normales tardarán unas doce horas en bombear desde la lanzadera -explica José Antonio Piñeiro, director gerente de Aister- pero si el tiempo lo impide se remolcarán a puerto y allí se vaciarán». Por su parte, Isabel Piñeiro, destaca que Aister «lidera un proyecto de tecnología e ingeniería viguesa en el que participa con otras compañías del entorno de la Ría, compitiendo perfectamente con otras grandes firmas internacionales». Y añade: «El mérito también es de Repsol por haber confiado parte de su trabajo en empresas españolas y concretamente gallegas».