Tui celebró la última fiesta exclusiva de la angula

VIGO

Crónica | Fiestas de San Telmo El concejal de Cultura y Comercio Moisés Rodríguez reconoce que el xantar está dejando de ser popular y anuncia que el año que viene se degustarán otras especies de pescado capturadas en el río

18 abr 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

Casi un kilómetro antes de llegar al Paseo de la Corredera unos chalecos reflectantes indicaban a los conductores que podían dejar su automóvil por el módico precio de dos euros. Sin embargo no era imposible encontrar un hueco más cerca. Tras un amanecer desapacible que amenazaba con aguar la fiesta, el sol le hizo un guiño a los tudenses y foráneos que salieron masivamente a la calle. Si el reportero hubiera sido Tintín podría pensarse que estaba en el Templo del Sol, dada la gran cantidad de vendedores peruanos que inundaban las aceras con sus puestos de ropa étnica y abalorios. De vez en cuando las chaquetas de lana gruesa de estilo indígena se mezclaban con los trajes tradicionales gallegos que portaban los miembros de los grupos folclóricos que improvisaban canciones y bailes. En la carpa de degustación se vendieron más de mil tiques. El resto de los comensales los habían adquirido a lo largo de la semana en los restaurantes colaboradores. El carísimo precio de la angula (unos 300 euros por kilo) ha hecho que este año la ración de cien gramos acompañada por un trozo de pan y un vaso de albariño se vendiese a 30 euros, coste que desanimaba a muchos ya que por ese mismo precio podían darse un banquete en la otra orilla del Miño. La materia prima del xantar fue aportada por el vivero Maeniño. Las angulas están muy cotizadas y el Ayuntmaiento de Tui culpa de la escasez a las masivas importaciones que efectuan los comercializadores de pescado japoneses. Carteras peladas A pesar de que las carteras se quedaron más peladas que un bañista de Barra, las angulas se agotaron y, sobre las tres de la tarde, la carpa iba echando cuentas. A esa hora, en los restaurantes de la localidad, había listas de espera para conseguir una mesa. Algunos prefirieron no aguardar y cruzar la frontera para comer en Valença, que estaba atiborrado de vecinos de este lado del Miño. El concejal de Cultura, Comercio y Turismo, Moisés Rodríguez Pérez, reconocía que la fiesta de la angula «ha dejado de ser popular» porque la escasez ha hecho que este manjar este al alcance de bolsillos como el del tudense Juan Miguel Diz Guedes, que sin embargo tuvo que perderse la fiesta por una indisposición. Para evitar que la fiesta se convierta en un sarao exclusivista el Ayuntamiento ha decidido ampliar la carta y para el año que viene, además de la angula, se ofrecerán otros productos del río. Los que tuvieron al suerte de probar a la reina de la cazuela quedaron encantados merced a la habilidad en los fogones de seis cocineros de otros tantos restaurantes que colaboraron desinteresadamente en la fiesta. Unas 50 personas estuvieron en la organización para que todo saliese perfecto. Por la tarde, tras el descanso, el público disfrutó con el rejoneo. Hoy se celebra el día grande con la procesión de San Telmo que saldrá a las nueve de la noche de la catedral y recorrerá todo el centro de la ciudad.