Los vecinos de Baiona se solidarizan con la pareja maltratada por su hijo

A. M. BAIONA

VIGO

A. M.

Los familiares reúnen centenares de firmas en la villa para pedir el internamiento del agresor Guillermo Freire podría salir de la cárcel la semana que viene y volver a la casa de sus padres

17 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

?os familiares de María Esperanza Vilar Denis y Guillermo Freire han reunido centenares de firmas entre los vecinos de Baiona para intentar proteger a este matrimonio de la tercera edad de la violencia de uno de sus hijos. El departamento municipal de Servicios Sociales remitirá todas las firmas dentro de unos días al juzgado número 3 de Vigo para que considere la posibilidad de designarle un tutor que lo interne en un centro de rehabilitación. Ángel Guillermo Freire, nacido en el año 61, se encuentra actualmente preso en la cárcel de A Lama, pero podría ser puesto en libertad la próxima semana. Si vuelve a su casa del barrio de A Laxe, la vida de sus padres corre peligro. La última vez que fue detenido había tirado a su madre por las escaleras y arrojado sobre ella una caja de bebidas, macetas y otros objetos. La mujer, de 83 años de edad, salvó su vida milagrosamente, pero desde entonces vive encerrada en su domicilio con pánico a que vuelva, consciente de que puede incumplir una vez más la orden de alejamiento dictada por el juez. Campaña Por este motivo, los otros nueve hijos de este matrimonio están poniendo todos sus medios para evitar que regrese sin haberse rehabilitado antes. La recogida de firmas de apoyo se está llevando a cabo en numerosos bares y establecimientos comerciales de la villa e incluso en un centro público de enseñanza. El carácter violento de este vecino de Baiona viene determinado por su adicción a las drogas. El pasado verano fue detenido porque intentó agredir a un cuñado con una escopeta de pesca submarina. La Guardia Civil lo ha arrestado en cinco ocasiones desde entonces, pero a los pocos días siempre terminaba siendo puesto en libertad por los juzgados de Vigo, con órdenes de alejamiento que nunca cumple. Su vivienda está ubicada en la planta baja del domicilio familiar, de donde recientemente extrajeron doce contenedores de basura y una gran cantidad de chatarra. Ahora sólo viven los padres en la casa, dado que anteriormente otra familiar optó por abandonar la casa después de que el maltratador la amenazara supuestamente con un cuchillo en la garganta.