Un gran bingo coronará el centro comercial de siete plantas proyectado en Bandeira

VIGO

M. MORALEJO

17 feb 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

El centro comercial Bandeira que se construirá en el terreno de las antiguas bodegas, en pleno Calvario, acogerá un gran bingo de 1.300 metros cuadrados, sobre el que girarán buena parte de las instalaciones. Según figura en el proyecto inicial elaborado por los arquitectos, Salvador Fraga, Manuel Portolés y Javier García Quijada, en total está previsto construir siete plantas, de las que tres son sótanos, una semisótano, otra baja y dos alturas. El bingo estará situado en el semisótano, cuya superficie total de la planta será de 1.975 metros. En el sótano primero se ubicarían cinco salas de cine con capacidad para casi setecientas personas y una superficie de 855 metros de los 2.400 que ofrece la planta. Los sótanos dos y tres se destinarán a aparcamientos con capacidad para 150 plazas. Las plantas baja y primera, con 1.410 metros cuadrados en cada una de ellas, acogerán la mayoría de las tiendas, que en principio se calcula que superarán la veintena, siempre con alguna firma potente como eje central. Por último, la segunda planta, con una superficie de 1.244 metros cuadrados, se destinará en su totalidad a locales de restauración. La reciente apertura de doce salas de cine en el centro comercial Travesía, en Teis, está haciendo replantear a los promotores de Bandeira la idea de instalar locales de proyección en ese espacio de O Calvario, ante el temor de que no sea rentable. El proyecto para crear un área comercial en el espacio de las antiguas bodegas Bandeira ha creado grandes expectativas en O Calvario. Claro que, si los cines no se llevan adelante, los vecinos temen que la iniciativa se quede coja con el bingo como única vía de atracción. En general abogan por lograr la mejor combinación entre ocio y comercio para atraer al mayor número posible de población. Compra La compra de la parcela en la que se ubican las ruinas de Bandeira ha pasado por numerosos avatares desde que el promotor vigués, José Manuel Fernández, inició las gestiones en el año 2000. Año y medio después se hizo con la totalidad de la superficie y, posteriormente, el terreno ha vuelto a cambiar de manos.