?os obreros y la maquinaria que durante casi año y medio han remozado el tramo de Urzaiz en el barrio de O Calvario saldrán de la zona el próximo viernes, con lo que concluirá uno de los más importantes proyectos de humanización acometidos en los últimos tiempos por el Concello vigués. El ex alcalde Lois Castrillo, que en el mandato anterior decidió acometer esta obra, acompañado de Xabier Toba, en la actualidad titular de Vías y Obras, y de Amador Fernández, hasta hace unos meses titular de Infraestructuras, revisaron ayer los trabajos en la confluencia con Martínez Garrrido, último tramo ejecutado. Toba destacó el cambio que se ha producido en el barrio tras la humanización de la calle y destacó que la última fase se completa con un mes de antelación sobre las previsiones. Los obreros abandonan la zona dejando pendiente exclusivamente la colocación de unas jardineras y también de algunas farolas de iluminación, que la empresa no ha suministrado contando con que los trabajos se completarían a finales de octubre, tal y como estaba previsto. El Concello ha invertido el este proyecto cerca de tres millones de euros. Aunque en principio se había anunciado que se mantendría un carril de circulación la previsión es dejar la zona completamente peatonal. Toba se mostró partidario de esta solución aunque aclaró que la decisión está en manos del departamento de Tráfico. Apoyo al comercio El nuevo concejal de Comercio, Lois Castrillo, anticipó ayer que su departamento tiene intención de apoyar al comercio tradicional de este área como complemento a las obras de humanización que ahora terminan y que le darán un gran impulso. Para ello estudiará de inmediato las necesidades del mercado y pondrá en marcha un plan de apoyo para la mejora de los comercios de la zona. A su juicio O Calvario es prácticamente un centro comercial abierto al que acuden vecinos de parroquias próximas de Vigo pero también personas de municipios cercanos como Mos, Redondela y O Porriño, con los que tiene una buen comunicación.