García Costas y otros emprendedores que han decidido pasar a la acción se reúnen mañana con el vicepresidente Rajoy con un objetivo: «pedir lo que Vigo necesita»
10 may 2003 . Actualizado a las 07:00 h.Desde que José García Costas ganó las elecciones para presidir la Cámara de Comercio (hace ahora un año), la institución ha duplicado su presencia en la vida política y económica de la ciudad, hasta el punto de abanderar un lobby empresarial del que también forman parte la CEP y el Club Financiero, para impulsar la economía viguesa. -¿Qué ha pasado en Vigo para que los empresarios hayan decidido pasar a la acción? -Sabemos muy bien lo que esta ciudad necesita. Por dejadez o por tradición Vigo recibe menos ayudas de las que le corresponden y tiene un trato diferente a otras ciudades de Galicia. Se nos acusa a los empresarios de haber vivido de espaldas a la realidad. Es un pecado que estamos dispuestos a reparar. -Cámara de Comercio, Club Financiero y Confederación de Empresarios están dispuestos a asumir un papel que le correspondería a los políticos. ¿Qué opinan los políticos de todo esto? -No somos políticos ni hemos sido elegidos por el pueblo para representarlo. Pero hay dos formas de comportase con esta ciudad: seguir dando golpes en el pecho pensando ¡qué ciudad más desgraciada! o arrimar el hombro. -¿Tendría que haber un cambio en el gobierno municipal para que la relación con el ayuntamiento fuera más productiva? -No me gusta la actual forma de gobierno. Me gustaría que al frente del Ayuntamiento hubiese un equipo fuerte y cohesionado, con mayoría absoluta, independientemente de su signo político. Cuando los gobiernos se forman por coaliciones hay una serie de componendas que a mí no me gustan. Mantengo una muy buena relación con el alcalde, pero lo que ha hecho no me deja satisfecho. Quizá no deba culparse a él directamente, sino a las circunstancias que rodearon a este gobierno. -¿Cómo ve el futuro de dos sectores claves como la automoción y el naval? -El Tratado de Niza abre un campo positivo, en cuanto a que vamos a ser un gran capital humano; pero negativo, porque va a obligar al naval y la automoción a buscar nuevos horizontes y una mano de obra más barata. Ya hay movimientos para desviar sistemas productivos. Las industrias locales van a tener ciertos problemas y los trabajadores de esta zona pueden sufrir las consecuencias. -¿Hay riesgo de un nuevo desmantelamiento? -Las plantillas de los astilleros, aún habiéndose incrementado la producción, han seguido disminuyendo. El astillero va camino de ser una empresa de síntesis en donde se recibe una gran parte del producto terminado y se subcontrata todo lo que se puede para que el precio final del barco sea competitivo. ¿Desmantelamiento? No querría ser tan drástico, pero sí hay mucha preocupación porque se ven importantes nubarrones en el horizonte. -¿La reconversión aeroespacial puede ser la solución? -Primero tenemos que salvar lo que tenemos. El sector aéreo es muy importante, pero también muy selectivo. ¿Cuántas empresas de esta ciudad están preparadas para adecuarse sin grandes desembolsos? Muy pocas. La Consellería de Industria está volcadísima en ese proyecto. Hay una disponibilidad de medios económicos para ello, pero no pensemos que todo el naval va a tener cabida en ese sector. -¿Cuando abrirá la Cámara la ventanilla única? -Es una vieja aspiración. Se iniciaron las gestiones pero no con la inmediatez que precisamos. Ya funcionan en España 26 ventanillas únicas. Estoy preocupado y nervioso porque creo que no se le está dando la celeridad que necesita una ciudad como Vigo.