La alpinista Chus Lago y el presidente del Consello Social de la Universidad, Alfonso Zulueta de Haz, galardonados Dos vigueses recibirán este año la Medalla Castelao, que otorga la Xunta de Galicia a aquellas personas «que sexan autores dunha obra merecedora do recoñecemento do seu pobo». Los galardonados son la alpinista Chus Lago Rey, que hace un año se convirtió en la segunda mujer del mundo en coronar el Everest sin oxígeno, y el notario Alfonso Zulueta de Haz, que preside el Consello Social de la Universidad de Vigo y que es también vicepresidente del Consello da Cultura Galega y de la Fundación Penzol y presidente de la editorial SEPT (Sociedade de Estudios, Publicacións e Traballos), que publicó la primera Biblia en gallego.
09 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.Chus Lago coronó el pasado 27 de mayo de 1999 los 8.848 metros del techo del mundo. Su gesta en el Himalaya tuvo su correspondiente eco y reconocimiento a nivel nacional e internaciones y a raíz de la misma la han llovido un sinfín de premios y recepciones. La montañera dice que el principal valor de premios como éste es que son un reconocimiento al montañismo gallego y suponen un gran empujón para este deporte. Sin embargo, asegura que no tiene ningún afán de notoriedad y que el reto que culminó con éxito tras poner en grave peligro su vida obedeció a motivos muy personales, que quizás sólo los amantes de la montaña pueden comprender. En los últimos doce meses ha escrito un libro sobre su gran aventura, que verá la luz a finales de este verano. En lo que respecta a Zulueta de Haz, no sólo está comprometido con varias actividades de promoción de la cultura, sino que preside además la Fundación Tutelar Galega para Disminuidos Psíquicos «Sálvora», que tiene a su cargo a una veintena de personas. La fundación ofrece además un servicio de asesoramiento jurídico gratuito a las familias de los disminuidos. «Asesoramos a ñas personas con este problema y resolvemos asuntos como el testamento _explicaba Alfonso Zulueta_. Para los familiares es una tranquilidad tremenda saber que, el día que ellos falten, su hijo estará atendido por la fundación».