Patrocinado por:

El doble check de Whatsapp nos pone alerta

Víctor Salgado

OCIO@

¿Puede WhatsApp expulsar a cualquier usuario si interpreta un comportamiento nocivo o abusivo?. Esta es una de las cuestiones que, sin saberlo, aceptamos

09 nov 2014 . Actualizado a las 11:03 h.

El motivo no es otro que la mayor mentira de Internet, es decir, la que todos cometemos cuando marcamos la famosa casilla del «He leído atentamente y acepto las condiciones de uso». Yo me pregunto, ¿si verdaderamente nos leyéramos todas esas condiciones, las aceptaríamos igualmente o, aunque las aceptáramos, usaríamos del mismo modo estos servicios de Internet? Vamos a verlo.

WhatsApp puede echarnos

Dentro de las condiciones de uso de WhatsApp que, por cierto, están solamente en inglés aquí: http://www.whatsapp.com/legal/ (incluso en la versión española de su web), nos encontramos el siguiente párrafo (traducción libre):

«WhatsApp también puede cancelar el acceso de un usuario al servicio, si es un infractor reincidente, o por cualquier otra razón o sin ninguna en absoluto, incluyendo la de ser molesto. (?). Una persona molesta es cualquiera que haya sido calificada como tal (caprichosamente o no) por parte de empleados, agentes, subagentes, superagentes o superhéroes autorizados por WhatsApp». Esto es lo que literalmente contiene ese texto que no nos leemos pero que aceptamos cuando abrimos una cuenta como usuarios de WhatsApp.

Como vemos, esta empresa puede echarnos libremente de su servicio, en cualquier momento y con total discrecionalidad, por cualquier motivo «o sin ninguno en absoluto». Ello, como digo, lo aceptamos así cuando nos damos de alta. Con esto, entendemos mucho mejor cuando la empresa, de un modo sorpresivo y unilateral, ha incluido esta misma semana la posibilidad de que el emisor de un mensaje sepa, exactamente, cuando leemos el mismo con el ya famoso doble check de color azul. Sin embargo, WhatsApp no lo ha incluido previa y expresamente en sus condiciones de uso y ello podría traerle problemas. La polémica está servida.

A Facebook se lo damos todo

Cuando nos damos de alta en la red social por excelencia, aceptamos unas condiciones de uso bastante sorprendentes. Podemos consultarlas a texto completo aquí: https://www.facebook.com/legal/terms

Lo primero que destacamos en el texto legal de Facebook, este ya sí en castellano aunque la versión que nos vincula es la original en inglés, es lo siguiente: «Para el contenido protegido por derechos de propiedad intelectual, como fotografías y vídeos (en adelante, contenido de PI?) (?) nos concedes una licencia no exclusiva, transferible, con derechos de sublicencia, libre de derechos de autor, aplicable globalmente, para utilizar cualquier contenido de PI que publiques en Facebook o en conexión con Facebook (en adelante, licencia de PI)» Es decir, todo lo que publicamos en Facebook, incluyendo textos, fotografías o vídeos, se lo cedemos a dicha empresa para que puedan hacen una explotación prácticamente ilimitada de nuestros contenidos, sin derecho a royalties, por sí o por terceros y de alcance mundial.

Si un día estamos paseando por Nueva York y nos encontramos una imagen de 10 metros por cinco con la foto de nuestro hijo y con la leyenda «Facebook está contigo», que no nos sorprenda pues les hemos autorizado para ello.

Pero ahí no queda todo. Otra perla la encontramos en la política de privacidad de Facebook (que, por cierto, tiene ya más palabras que la propia Constitución de los Estados Unidos de América), dice así:

«Algunas categorías de información, como tu nombre, la foto de tu perfil, tu lista de amigos, las páginas de las que eres fan, tu sexo y las redes a las que perteneces se consideran públicas y, en consecuencia, no tienen configuración de privacidad».

Menos mal que nos dicen «algunas categorías», ¿eh? En definitiva, todos estos datos son «totalmente públicos y disponibles para todos» sin que, en ningún caso, podamos configurar su privacidad, total o parcial. Sí, ya sé que la publicidad de Facebook nos hace creer lo contrario pero, en realidad, no tenemos el control sobre la privacidad o no de estos datos una vez abrimos cuenta en esta red social.

Google, el Gran Hermano

Llegados a este punto, es obligado referirnos también a las condiciones de uso del gigante buscador multicolor que, por supuesto, no se queda a la zaga en lo que a condiciones sorpresivas se refiere. Los textos de Google también están en castellano y se pueden consultar a texto completo aquí: https://www.google.com/intl/es/policies/terms/

Veamos lo que señalan al referirse a los contenidos que publicamos en cualquiera de los servicios de Google: «Al subir, almacenar o recibir contenido o al enviarlo a nuestros Servicios o a través de ellos, concedes a Google (y a sus colaboradores) una licencia mundial para usar, alojar, almacenar, reproducir, modificar, crear obras derivadas (?), comunicar, publicar, ejecutar o mostrar públicamente y distribuir dicho contenido. (?) Esta licencia seguirá vigente incluso cuando dejes de usar nuestros servicios».

Por