Al año siguiente, el cumpleaños era algo más simbólico: Bebeto entraba en los 30. «La cita pasó bastante desapercibida en el seno del Deportivo, pero no en la agenda de sus admiradores. Un par de compatriotas del goleador se acercaron a Riazor, al término del entrenamiento, para saludarlo en fecha tan señalada. Bebeto celebró su aniversario en la intimidad. La compañía de su mujer, su madre y sus dos hijos fue su mejor fiesta», decía La Voz al día siguiente. Bebeto posaba en la imagen con un gigantesco ramo de flores que le habían entregado a la salida de la sesión de trabajo.
«Sí, ya son treinta. Pero no hay problema. Estoy muy bien, muy bien. No creo que haya mucha tarta, porque me encuentro bastante resfriado. Estaremos en casa, todos juntos, y poco más», decía Bebeto. Tras el intercambio de saludos con los aficionados, el brasileño partió raudo a su casa. «'É ben simpático', decía embelesada su feliz seguidora», destacaba la crónica de La Voz.