Nuria Rábano: «Llegué a deprimirme»

Iván Antelo A CORUÑA

DÉPOR FEMENINO

MARCOS MÍGUEZ

La jugadora del Deportivo sufrió alejada de los terrenos de juego , justo después de proclamarse subcampeona del mundo sub-20. Ahora vuelve a la cresta de la ola y solo piensa en pasar «mucho tiempo» más de blanquiazul

25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nuria Rábano (Santiago, 1999) vuelve a ser una mujer feliz. Es una habitual en las alineaciones de Manu Sánchez, un equipo que además es una de las grandes sensaciones de Primera División y que este domingo (18.30 horas, Gol) visitará al Granadilla. La compostelana saborea este gran momento después de resurgir de un auténtico calvario: «Cuando estaba sola me daba el bajón», relata. Una depresión en la que entró al verse alejada de los terrenos de juego, poco después de proclamarse subcampeona del mundo sub-20.

-¿Saborea mejor su buen momento después de lo que ha pasado?

-Vengo de dos años difíciles, con continuas lesiones. Tenía ganas de estar bien físicamente, de estar en forma. Este tenía que ser mi año y creo que lo está siendo.

-Era curioso, No es que fuera una lesión específica la que no le dejara jugar. Era la pupas. Le pasaba de todo.

-Sí [se ríe]. Tuve bastante mala suerte. Me recuperaba de una y al poco tiempo me pasaba otra. Eso mentalmente me afectaba. Necesitaba esa suerte de poder jugar con continuidad y para ello también he puesto mi trabajo.

-¿Llegó a pensar en dejarlo?

-Nunca pasó por mi cabeza dejar el fútbol, pero sí que llegué a deprimirme. En esos momentos necesité el apoyo de todos y lo tuve. Cuando estaba sola me daba el bajón... Pero bueno, seguí trabajando y esa constancia que tuve es la que me ayudó a salir y ahora a estar en mis mejores condiciones, tirando para arriba. Yo era la más negativa del mundo, pero a raíz de todo eso maduré y aprendí que hay que luchar por lo que a una le gusta. Por eso, ahora le digo a esa gente que puede pasar por lo mismo que mire hacia adelante, porque siempre hay esa luz al final del camino. Y bueno, que esa mirada la acompañen también con el trabajo, que eso ayuda muchísimo.

-Su padre siempre está en los partidos grabándola.

-Es un gran apoyo para mí. Él sabe mucho de esto. Ha jugado toda su vida y me ha entrenado cuando jugaba con los chicos. Me he sentido arropada siempre por él. Cada cosa que me decía intentaba corregirlo... Me graba también para poder decirme qué cosas he hecho bien, qué mal... Valora mi trabajo para que vea lo que he mejorado y lo que me falta por mejorar.

-Debe de tener muchísimas horas de grabación.

-Sí, yo lo veo en casa cada vez que voy. Hace un trabajo espectacular. Es un material que se guarda para él, lo edita y algunos vídeos me los enseña. Él lo disfruta así, también. Viéndonos y grabándonos. Le gusta.

-La novedad de este año es que ha pasado a jugar de lateral. ¿Qué tal la adaptación?

-En verano, ni yo ni nadie pensábamos que iba a ser mi puesto. Pero cada vez me voy sintiendo más a gusto. Yo nunca hubiese esperado jugar de lateral, pero creo que es un puesto que le estoy sacando mucho provecho.

-Grandes como Capdevila o Jordi Alba tampoco imaginaban que acabarían siendo laterales.

-Son espejos en los que mirarse. Conozco a muchos extremos que se han reconvertido y no por ello lo hacen mal. Es cuestión de aprender funciones nuevas. Cada vez me iré sintiendo más cómoda.

-Con el sistema de Manu Sánchez, Cris y usted tienen que hacer muchísimos kilómetros por partido.

-Pues sí, pero gracias a él tenemos la libertad de subir y asumir también la función de extremo, además de la de lateral. Está claro que también hay que bajar para defender, pero estando bien físicamente como estamos es algo que ya nos sale innato, el hecho de subir y bajar constantemente.

-¿Se sigue viendo de blanquiazul en el futuro?

-Espero que sí y durante mucho más tiempo. Yo estoy aquí muy cómoda. Pero bueno, al fin y al cabo esto es fútbol y no todo depende de mí. A ver cómo acaba la temporada, pero yo espero seguir mucho tiempo aquí.

-Internacional con todas las categorías inferiores de la selección, le falta el último paso.

-Ese es uno de mis mayores sueños. Pero ahí hay jugadoras muy buenas, que también trabajan mucho. Yo seguiré mi línea, intentando hacer las cosas bien, y si mi trabajo se ve recompensado así, pues extraordinario. Y si no, seguiré trabajando para que ocurra cualquier año.

«El tramo siempre fue genial, pero este año es el que más se ha notado el nivel de profesionalidad»

Nuria es una de las cuatro jugadoras que se mantienen en el Dépor femenino desde su creación.

- Con 30 puntos, ¿salvadas ya?

-En verano no nos lo podíamos imaginar, pero ahora tenemos que disfrutar muchísimo de estar salvadas. Tenemos que intentar conseguir los mismos puntos en la segunda vuelta que en la primera. O incluso más.

-Objetivo, por tanto, cumplido ya en el mes de enero.

-Se dice pronto. Hemos hecho un trabajo espectacular en este tiempo y estamos con muchísimas ganas en lo que queda.

-¿Y ahora? ¿La Champions?

-Eso ya... [risa nerviosa]. Tenemos que mirar hacia lo más arriba posible y lo que venga lo vamos a disfrutar.

-Todo inimaginable cuando fichó hace cuatro años.

-Entonces yo no pensaba estar aquí y así. Era un sueño y se hizo realidad. No me vi más contenta en mi vida, espero seguir disfrutando y, sobretodo, en este club.

-Quedan pocas del equipo de la fundación.

-Pues sí, pero la gente que ha pasado por aquí tiene que estar orgullosa de lo conseguido porque esto también es gracias a ellas. Todas, las que empezaron, las que vinieron después y las de ahora tenemos estar felices por lo alcanzado.

-Ha vivido todo el proceso, ¿qué ha cambiado en el club desde aquellos primeros pasos?

-Ha sido un período de crecimiento constante. Aunque el trato personal siempre fue espectacular, este año es el que más se ha notado el nivel de profesionalidad. En los cuatro años he estado genial, pero sí que es verdad que he podido disfrutar de ver cómo hemos ido creciendo poco a poco. Los medios con los que contamos ahora son mejores. Hay más personas pendientes de nosotras, de que no nos falte nada y de que estemos bien.