Athenea del Castillo: «Al cien por cien, seguiré el año que viene en el Deportivo»
DÉPOR FEMENINO
La extrema cántabra anuncia que hará oídos sordos a las posibles ofertas que le puedan llegar tras su buen año
10 ene 2020 . Actualizado a las 19:19 h.Pasaron Papá Noel y los Reyes Magos, pero Athenea del Castillo (Solares, 2000) todavía se guarda un último regalo navideño al deportivismo, para anunciarlo en exclusiva a los lectores de La Voz: «Al cien por cien, seguiré el año que viene en el Deportivo». Lo dice, en la previa de jugar este sábado (13 horas, Vamos) en el feudo del colista Espanyol.
-No debió ser fácil dejar su casa con 18 años por conseguir ser futbolista profesional en Primera División con el Deportivo.
-Sí, fue un poco complicado al principio, al ser la primera vez que salía de mi entorno familiar. Siempre había jugado en Santander, pero bueno, me fui apoyando en la gente y ahora ya es como si estuviera en mi casa.
-¿Quiénes le ayudaron?
-Al principio Pablo [Pereiro]. Luego también Manu [Sánchez] y cada una de mis compañeras, aunque con María [Méndez] tengo un trato especial. Me llevo superbien con ella.
-Y ganando partidos, pues todos esos problemas iniciales se llevan mucho mejor, ¿no?
-Pues sí, no nos esperábamos comenzar así la temporada. Y más después del Teresa Herrera, en el que, como se suele decir, nos pintaron la cara. Después de aquello me dije: «buf, la que nos espera». Pero al final se demuestra que con trabajo los resultados salen. Está claro que es un poco inesperado, pero con trabajo y humildad todo se consigue. Esto no es un milagro. No es algo casual. Viene después de mucho esfuerzo. De muchas horas de entrenamiento.
-Supongo que además también estarán alucinadas con la gran respuesta de la afición.
-Pues sí, Abegondo se está llenando casi siempre y eso lo notamos. Aunque ahora parece ya lejano porque hace mucho que no jugamos en casa [desde el 27 de octubre solo disputaron un partido, el 1 de diciembre contra el Sevilla]. Pero la gente está ahí apoyándonos y eso lo agradecemos.
-Y en lo personal, usted está siendo de las destacadas del equipo.
-Como decía, no es fácil llegar a un sitio nuevo, donde nadie te conoce, y empezar de cero. Pero está claro que estoy contenta por devolver algo a la gente que apuesta por mí. Si me paro a pensar, sería muy duro no jugar y estar fuera de casa, sin poder contar el apoyo de mis padres. Pero al salir las cosas bien, ha ayudado a que me adaptara mejor.
-Y más siendo año de Mundial sub-20.
-Sí, está claro que es una oportunidad muy grande para mí poder ir a un Mundial. Precisamente una de las razones que me llevaron a venir al Dépor es que sabía que para poder ir tenía que jugar en Primera
-Su gran temporada hará que otros equipos quieran ficharla.
-Yo estoy feliz en A Coruña. Ya he hecho mi huequecito aquí. Tengo mis amigos, estoy contenta con mis entrenadores, mis compañeras.... Así que yo, al cien por cien, seguiré el año que viene en el Deportivo.
-¿Sí? ¿Tan rotunda?
-Sí [se ríe].
-¿Ha renovado? ¿O es que había alguna cláusula en el contrato?
-Es porque ese es mi pensamiento y así se lo he trasladado ya a Pablo [Pereiro]. Yo les he dicho lo que quiero hacer, que es seguir aquí, y con eso a mí me vale. No necesito tener firmado nada. Yo le expliqué [a Pereiro] que yo estaba feliz aquí y él me dijo que también estaba contento conmigo... Y es lo que hemos hablado. Hasta final de temporada queda tiempo, pero a mí me vale. Mi deseo ya lo saben.
-¿Qué pide para el final de Liga?
-La salvación era lo que queríamos al principio de temporada, pero ahora que las cosas van bien tenemos que ir partido a partido para intentar quedar lo más arriba posible en la clasificación. Este sábado jugamos contra el Espanyol, no están pasando por un buen momento [colistas con 2 puntos], pero esto es Primera División y cualquiera puede complicarte. En algún momento tienen que levantar la cabeza.
-¿La ha sorprendido el grado de profesionalidad del Dépor?
-Sí, fue un gran salto para mí. Entrenamos todos los días... A ver, yo en Santander también entrenaba, pero no es lo mismo. Ni los medios, ni nada... Al llegar me sorprendió, pero enseguida me arroparon entre todos y me ayudaron en todo lo que necesitaba.
Athenea, sobre el conflicto con el Racing: «Yo ya estoy donde quería estar y con eso ya soy feliz»
Athenea firmó el pasado verano por el Deportivo después de unas tensas negociaciones con el Racing.
-Su fichaje se hizo de rogar.
-Sí, desde el 2017 llevaba el Deportivo queriéndome fichar. Se pusieron en contacto conmigo, pero yo le expliqué que, con 16 años, no iba a salir de mi casa, con mi familia, para jugar en la misma categoría, ya que entonces ambos estábamos en Segunda. Una vez se ascendió, además siendo yo ya mayor de edad, con todo más asentado, pues ya me empecé a plantear cosas.
-¿Dos años diciéndole que no al Deportivo?
-Sí. Pero a la tercera ya me vine [se ríe]. Yo se lo decía a Pablo [Pereiro]. Para estar en la misma categoría, siendo superjoven, lo mejor para mí era quedarme.
-El Oviedo también la quiso...
-Sí [sonríe], también, pero me iba a venir al Dépor.
-Se remonta a hace dos años, pero menudo culebrón este verano.
-Pues sí. Pero quieras o no, he estado allí seis años y solo tengo palabras de agradecimiento. Unos pequeños detalles no van a cambiar mi pensamiento hacia lo que es el Racing y sobretodo hacia mis excompañeras, que algunas de ellas siguen siendo grandes apoyos para mí. Dos o tres personas no van a cambiar mi sentimiento. De sabios es perdonar y ya solo siento agradecimiento hacia el Racing.
-¿Llegó a temer por su fichaje?
-Siempre tuve claro que me iban a dejar salir. Yo pensaba; «Estuve seis años, soy de allí, lo he dado todo por el club, mi sueño es jugar en Primera.... Tienen que entenderlo».
-Y con el Europeo sub-19 por el medio, para liarlo todo más.
-Sí, fue complicado. Las cosas se habían hablado antes [del Europeo], se habían solucionado, pero al llegar fue todo al contrario. Bueno, intereses... Pero yo ya estoy donde quería estar y con eso ya soy feliz.
-¿Dice que ya se había solucionado antes del Europeo?
-No había nada escrito, pero ellos ya sabían cuál era mi pensamiento.
