El «jugón» de A Zapateira

Iván Antelo A CORUÑA / LA VOZ

CANTERA

GONZALO BARRAL

El jugador del Fabril Óscar García Quintela «Pinchi» asombra por su virtuosismo con el balón y a su calidad le suma una gran facilidad goleadora

24 may 2016 . Actualizado a las 15:07 h.

Hacía muchos años que no había un jugador como Pinchi en el Fabril. Por Abegondo han pasado en los últimos tiempos futbolistas de gran calidad técnica como Juan Carlos Real o Bicho; y otros como Luis Fernández o Cardoso a los que se le caían los goles de las botas. Sin embargo, aunar ambas facetas como lo está haciendo ahora Óscar García Quintela, rara vez se había visto.

«¡Qué pedazo de jugador!». Esa frase se le escapaba de los labios a un aficionado de mediana edad que el domingo abandonaba Riazor extasiado por las maravillas que había visto en el Fabril-El Palmar (4-0). «Ese chico es carne del primer equipo», le contestaba su acompañante. Pinchi había jugado 91 minutos del partido de ida de la primera eliminatoria de ascenso a Segunda División B y el público lo había despedido puesto en pie, aplaudiendo como si no hubiera un mañana, cuando Manuel Mosquera decidió darle un respiro para que entrara su compañero Juan López.

Óscar García, o Pinchi, que es como le empezó a llamar su padre cuando comenzó a darle patadas al balón, cumplirá en unas semanas 20 años y está firmando una temporada de auténtico escándalo. Es el jugador con más minutos de juego del filial deportivista (3.211 minutos) y además es su máximo goleador (19 dianas en Liga, 1 en el play off y 1 en la Copa Diputación de A Coruña). Pero por encima de todo es la gran esperanza de la cantera, siendo ahora él la punta de lanza de una generación del 96 que llegó a juntar en Abegondo a otros excelentes futbolistas, como Bicho o Julio Delgado (ahora en el Celta).

Al margen del gol, Pinchi es fantasía. Es el jugador diferente del equipo. El único capaz de levantar a la grada con un tacón, un caño o un regate en parado. Tiene desborde y es versátil, ya que puede jugar en las cuatro posiciones ofensivas del 4-2-3-1. Con el colombiano Juan Otero forma una gran pareja atacante, ya que el punta sudamericano se parte la cara con quien haga falta. Si la suerte y las lesiones le acompañan, el Dépor tiene extremo para muchos años.