
El entrenador de Betanzos rechazó la propuesta de continuar en la escuela de entrenadores blanquiazul y cierra su etapa en el club
26 jun 2025 . Actualizado a las 19:38 h.El Deportivo anunció que Óscar Gilsanz no continuará en el club después de que el técnico rechazase el ofrecimiento para integrarse en su estructura. La entidad pretendía que el que fue técnico del primer equipo durante esta última temporada y lo llevó a una permanencia holgada en Segunda División después de cuatro temporadas consecutivas en el barro asumiese una nueva responsabilidad interna como coordinador de la Escuela de Entrenadores y Proyectos Formativos Externos.
El fichaje del expreparador del Huesca Antonio Hidalgo había cerrado la etapa del técnico de Betanzos al frente del banquillo de Riazor. Con el Fabril a cargo de Manuel Pablo, que lo llegó a conducirlo al playoff de ascenso a Primera Federación, y Miguel Figueira como máximo responsable de un equipo juvenil que viene de jugar la final a cuatro de la Copa de Campeones, el club ofreció a Gilsanz un cargo de formación y alejado de los terrenos de juego. Sin desvelar su decisión, el técnico, de 52 años, ya se había referido a su futuro al término del último partido de Liga contra el Elche: «Ata agora sempre fun primeiro adestrador. Sempre. Tiven esa desgraza. Sempre aprendín sobre o que a min pasou. Nunca aprendín sobre o que lle pasaba ao do lado. E iso é bo e é malo. Síntome primeiro adestrador».
El club explicó este miércoles que el técnico «ha decidido iniciar una nueva etapa profesional fuera del club para continuar desarrollando su carrera como entrenador». «Desde el Deportivo queremos agradecerle profundamente su dedicación, profesionalidad y entrega durante todos estos años. Su trabajo ha sido clave para el crecimiento de nuestros equipos de cantera y para afrontar, en momentos decisivos, la responsabilidad del primer equipo. El Deportivo le desea la mayor de las suertes en sus próximos desafíos profesionales y personales. Esta siempre será su casa», añadió el comunicado del club.
Óscar Gilsanz pone fin así a una etapa en el club de sus amores que había comenzado en el 2018, cuando asumió el banquillo del Laracha, que entonces era tercer filial deportivista. Luego pasó por el juvenil blanquiazul, donde preparó a la generación que, de la mano de Barcia, Mella y Yeremay, conquistó la Copa de Campeones del 2021. También selló el ascenso que en el 2023 llevó al Fabril a Segunda Federación, donde lo mantuvo posteriormente.
A finales del pasado mes de octubre, dio un nuevo salto y asumió con carácter interino la dirección del primer equipo después del despido de Imanol Idiakez. El Dépor era penúltimo clasificado, pero con Gilsanz goleó por 1-5 al Cartagena como carta de presentación de un entrenador que fue confirmado luego. Desde una clasificación elaborada únicamente a partir de los resultados del período bajo su dirección, el equipo coruñés hubiese acabado la Liga como sexto clasificado. Ni la salida de Lucas Pérez ni los rumores en torno al futuro de Yeremay despistaron a un Dépor especialmente competitivo en sus partidos lejos de Riazor y que se salvó con un mes de antelación. Las lesiones se fueron acumulando en piezas clave durante las últimas jornadas, cuando los blanquiazules encadenaron derrotas y despidieron la temporada con un triste 0-4 contra un Elche que sellaba de este modo su ascenso directo.
«Cara a como son eu, a como estou eu, a como encarei esta encomenda que me fai o club, e sobre todo a como saio despois... pois contento, moi contento», dijo en aquel último partido Gilsanz, que se despide ahora de un Deportivo que inicia una nueva etapa de máxima ambición.