
El equipo coruñés perdió en los penaltis la ronda de cuartos de la Champions en un partido en el que igualó la desventaja de dos goles con la que viajó a Portugal
04 abr 2025 . Actualizado a las 01:04 h.Hace años que aquel que aterriza en A Coruña para jugar en el Liceo acaba hablando, en algún momento del adn que imprime ese escudo. No es casualidad que sea el club más laureado del deporte gallego. El Barcelos, que ya lo sabía, víctima de una histórica remontada hace un cuarto de siglo en la final de la Copa CERS, estuvo a punto de volver a sufrirlo en sus propias carnes. Los gallegos igualaron la desventaja de dos goles que llevaban de A Coruña y solo un tanto en la tanda de penaltis sirvió para apearlos de una Champions en la que cayeron con honor y la cabeza alta.
Volvió a ser un partido loco como el de una semana atrás en el Palacio de los Deportes. La diferencia es que, en esta ocasión, el que tomó ventaja pronto fue el Liceo. Solo habían transcurrido cinco minutos, cuando Dava Torres recoge un rechace, atraviesa la pista y pone el primero en el electrónico. Había vida. Había esperanza. Duró poco, lo que tardó Manrubia en volver a inventarse un disparo similar al tercer gol del partido de ida para empatar el duelo. Pero si fue escasa la alegría verdiblanca, más lo fue la azul portuguesa. A los diez segundos, en cuanto sacó de centro, Dava la metió para César Carballeira, que puso el 1-2. Fue el aperitivo para que un ex del Barcelos, Tato Ferruccio —tardó en cogerle el pulso al hockey español—, quisiera demostrar que se equivocaron los lusos prescindiendo de él. En dos minutos, los que transcurrieron entre el 9 y el 11 hizo un gol y casi se apunta dos más. Era el principio de la exhibición no solo ofensiva, sino también defensiva que tenía preparada el argentino.
El Liceo mandaba en el marcador y se encontraba cómodo en el partido. Trataba el conjunto verdiblanco agotar el tiempo hasta llegar al descanso, cuando uno de los jugadores más seguros de los coruñeses, César Carballeira, fallaba un pase, que aprovechaba Poka para situarse solo ante Marti Serra y batirlo.
Tras aclarar algunos aspectos en el vestuario, el Liceo volvió a salir bien asentado a la pista. Tanto, que un jugadón de Nil Cervera a los cuatro minutos del segundo tiempo sirvió para poner el 2-4 en el marcador y volver a igualar la eliminatoria.
Pero nada más marcar, un penalti dudoso (el primero de los dos que señaló) a favor del Barcelos estuvo a punto de tirar por tierra el trabajo gallego. Erró Rocha y el Liceo pasó el mal trago.
Fue el principio de un acoso y derribo por parte del equipo local. Rampulla, Manrubia, Poka... Las ocasiones se sucedían, los coruñeses, principalmente Tato Ferrucio, defendía hasta tirándose al suelo y el ejercicio de supervivencia era total. Incluso cuando a 4.51 para el final, llegó el segundo penalti. Falló Luis Querido. Y ahí se calmaron un poco los ánimos. Entró el miedo a perder y creció el respeto.
Llegó la prórroga y con ella una polémica acción que le costó la azul al argentino del Liceo. Pero sobrevivió de nuevo el cuadro gallego a la falta directa y el power-play. Hasta la tanda de penaltis. Acertó el que casi nunca falla. Rocha. Batió a Serra y le dio a su equipo el pase a una final a cuatro que se le resiste al Liceo.
Ficha técnica
Barcelos (3): Acevedo, Luis Querido, Mmiguel Rocha, Pol Manrubia, Danilo Rampulla —cinco inicial— Chambella, Pedro Silva, Poka, Vieirinha y Luis Barbosa.
Deportivo Liceo (4): Marti Serra, César Carballeirq, Nil Cervera, Dava Torres, Arnau Xaus —cinco inicial—, Jacobo Copa, Fabri Ciocale, Tato Ferruccio, Pablo Cancela, Martín Rodríguez Garaboa.
Goles: 0-1, min 5: Dava Torres; 1-1, min 7: Pol Manrubia; 1-2, min 7: César Carballeira; 1-3, min 9: Ferruccio; 2-3, min 21: Poka; 2-4, min 29: Nil Cervera; 3-4: Rocha (tanda de penaltis).
Árbitros: Joseph Silecchia y Simone Brambilla. Mostraron tarjeta azul a Ferruccio