
Un fin de semana especial esperaba al deportivismo: carnaval, cercanía de una bonita ciudad que visitar y afición hermanada. Pero el desplazamiento a Oviedo en el universo fútbol deparaba un rival muy bien trabajado defensivamente por Javi Calleja y con jugadores diferenciales prácticamente en todas sus líneas. En resumen, un candidato al ascenso directo.
Por el cuadro herculino, Óscar Gilsanz repitió el once y el sistema: 1-4-3-3 asimétrico, buscando ser protagonista con el balón, asumiendo una propuesta posicional a pesar de la presión alta del cuadro carbayón, que dificultaba en demasía la salida blanquiazul. En el plan, la libertad de Yeremay y David Mella para incorporarse al carril central en busca de la superioridad junto con Diego Villares-Soriano, así como la profundidad de Ximo-Obrador eran la clave para lograr desmantelar el rocoso entramado ovetense.
Sin embargo, el gol llegaría tras una obra de arte por la ejecución, en el pie de Mario Soriano, y por la estrategia, en la cabeza de Gilsanz. Pena que un error de vigilancia defensiva a la salida de otro córner restara lucidez al tanto coruñés.
El partido caminaba entre un Oviedo que buscaba transitar tras robo y un Dépor que intentaba convertir su dominio con balón en ocasiones de gol. Quizás, ser menos protagonistas y dirigir el plan para atacar con espacios a la espalda de la defensa ovetense era la solución. Quizás, también, una mayor lucidez de un Yeremay demasiado obcecado en las conducciones habría ayudado. Como si de una edificación se tratase, el plan de partido se construye con cimientos colectivos, son los jugadores quienes dan forma a los pisos posteriores.
Obviamente, los cambios acortaron la construcción en pro de un juego más directo sobre referencia, contrarrestando el arreón final de un Oviedo que hundía con asiduidad las líneas herculinas. Sobre esa variante del plan, me gustó la aportación de Diego Gómez; me alegra verlo en estas condiciones tras aquella dura lesión.
Más importante aún fue la aparición de Hugo Rama, a quien sobra calidad para jugar en esta categoría. Inédito durante meses, limpió una jugada de manera magistral para dejar en las botas de Ximo Navarro los tres puntos camino de A Coruña. Seguimos.