Propósitos para el 2025 en el Dépor: el cómo también importa

Jesús López

TORRE DE MARATHÓN

CESAR QUIAN

29 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Durante la pandemia descubrí el trail running, una actividad que me conectó con la libertad y la naturaleza de una forma que no había experimentado antes. Desde entonces, correr por la montaña no solo ha sido un desafío físico, sino también una fuente de energía y aprendizaje, y una oportunidad para conocer a personas increíbles. A principios del 2024, decidí fijarme dos metas: superar los 2.000 kilómetros recorridos y alcanzar 100.000 metros de desnivel positivo. Imagino que mis objetivos pueden parecerte anecdóticos, pero en realidad tienen mucho que ver con lo que quiero contarte.

Fijarse metas no es algo exclusivo de corredores o aficionados al deporte. Es una práctica esencial para cualquier deportista o entrenador que quiera progresar. Porque, seamos sinceros, es complicado llegar a un destino si ni siquiera has pensado en el camino que debes tomar.

Tal vez Barbero haya decidido marcar más de diez goles esta temporada; David Mella quiera sumar ocho asistencias, como mínimo; Helton Leite aspire a encajar menos de 25 tantos y Óscar Gilsanz tenga en mente alcanzar los 53 puntos al frente del Deportivo. Todos ellos son objetivos ambiciosos, pero tienen un inconveniente: son metas de resultado. Dicho de otro modo, son como querer correr una maratón sin planificar los entrenamientos o las horas que vas a dedicar a prepararte.

Además, muchos de estos objetivos no dependen solo de quien los establece. Un delantero puede colocarse en la posición perfecta, pero no recibir el centro adecuado. Un centrocampista puede repartir pases brillantes, pero si sus compañeros no están acertados, no se reflejarán en el marcador. Incluso un portero puede hacer un trabajo impecable en los entrenamientos y no ser titular por decisión del técnico.

Por eso, es más útil centrarse en objetivos relacionados con comportamientos que sí están bajo tu control.

Por ejemplo, un delantero puede trabajar en sus desmarques, mejorar su pierna no dominante o perfeccionar su movilidad en el área. Un entrenador puede analizar en qué falla en su equipo, reforzar los puntos fuertes o mejorar la gestión de los partidos. Estas acciones no garantizan el éxito inmediato, pero te acercan a tus metas y te preparan para los desafíos.

Pregúntate: ¿Qué quiero conseguir? ¿Qué puedo hacer yo para lograrlo? ¿Cómo lo voy a hacer? ¿Cómo lo voy a medir?

Estas preguntas son claves para establecer metas específicas, alcanzables y, sobre todo, relevantes. Porque en el deporte y en la vida, no todo es llegar; el cómo también importa. Y tú, ¿qué objetivos tienes para el próximo año?