El Deportivo ganó en Albacete tres puntos y mucha tranquilidad. Un botín fundamental, atendiendo a cómo se había puesto la situación.
Demostró además que es un conjunto imparable a campo abierto, aprovechando los espacios que concedía el rival para rehacerse tras el pésimo comienzo de partido, culminado en otro gol encajado en una acción de estrategia.
La evolución del encuentro, con David Mella y Yeremay lanzados y Lucas Pérez convertido en asistente de lujo, dio la razón a quienes considerábamos innecesario hacer experimentos con el plantel blanquiazul. Ximo Navarro en el lateral derecho, Rafa Obrador en el izquierdo y Dani Barcia e incluso Nuke Mfulu en el grupo inicial. Un grupo de titulares entre los que es obligatorio destacar a Barbero. A veces, a un punta no le hace falta anotar para marcar diferencias.
Lo más injusto de esta alineación es prescindir de Mario Soriano, el jugador más regular en las primeras jornadas. Es duro renunciar durante tantos minutos a un profesional de su nivel, pero a Imanol Idiakez se le pedía elegir y lo ha hecho. La competición, de todas formas, irá dando oportunidades. Un torneo de 42 jornadas (como mínimo) no se puede resolver con once futbolistas.
Más allá de la parcela ofensiva, era necesario gozar de mayor equilibrio atrás y parece que se ha crecido algo en ese sentido; sin embargo, todavía no es suficiente. El Dépor todavía es vulnerable a balón parado y le cuesta mantener la solidez durante los 90 minutos de cada encuentro. De todas formas, ya tocará revisar eso, ahora es (por fin) momento de disfrutar.