Óscar Gilsanz, entrenador del Fabril: «Ganar debe ser el resultado de formar»

Iván Antelo A CORUÑA

TORRE DE MARATHÓN

MARCOS MÍGUEZ

Este sábado cumplirá cien partidos como preparador del filial del Dépor

05 sep 2024 . Actualizado a las 20:55 h.

No es Óscar Gilsanz (Betanzos, 1973) hombre de levantar la voz, pese a todas las trabas que pueda encontrar en su camino a la hora de darle forma a su Fabril. Prefiere defender una idea de club común y aferrarse al trabajo para revertir todas las vicisitudes. Este sábado (17.30 horas), disfrutará en Valladolid de su primer centenario como técnico del filial.

—Una nueva temporada para Óscar Gilsanz.

—Hace justo veinte años que dejé de jugar, imagina cómo pasa el tiempo… Como le dije a los jugadores la temporada pasada, tras salvarnos. Un lunes estaba dejando de jugar al fútbol, el martes estaba entrenando y hoy ya es hoy. Hay que disfrutar cada día, porque todo pasa muy rápido.

—Lo va a tener difícil. Tiene un equipo nuevo.

—Sí, bueno, un filial es lo que lo tiene. Siempre hay jugadores que salen, otros que llegan, unos años más, otros menos, pero todo forma parte del proceso de un filial.

—Desde que empezó en el Dépor, en el 2020, con los juveniles, veía casi siempre las mismas caras. Ya solo le queda Ríos.

—Sí, pero es una buena noticia para el club, por toda la evolución que hemos tenido con los jugadores con los que yo empecé. Unos han subido al primer equipo y otros han promocionado a otras categorías. Ahora toca un proyecto diferente, pero con la misma ilusión.

— Con tanto por ensamblar, habrá que darles margen de tiempo.

—Sí, pero seguro que eso no le pasará solo al Fabril. Habrá otros equipos en una situación así. Siempre hay que ensamblar cosas, trabajar en sinergias, y nosotros estamos en ello, también.

—En verano, Soriano puso en duda si cambiaría su puesto con el de Manuel Pablo.

—Son cosas ajenas al entrenador. Son reflexiones que se hacen internamente y yo lo viví con tranquilidad, sabiendo que lo más importante siempre es el club y el trabajo que se haga dentro de él.

—El director de fútbol dice que le va a criticar más si no forma que si no gana.

—Es lo normal en un filial. Lo repito siempre desde que llegué al Fabril. Lo más importante es el proceso de formación de los jugadores. Nuestro objetivo principal es acercarlos al primer equipo y, cuantos más y mejor preparados lleguen, pues mejor. Dentro de eso, de que lo fundamental es ser el vivero del primer equipo, también es importante la competitividad. Ese es el camino por el que circulamos todos en el club.

—Por si acaso, gane también.

—[Risas] A todos nos gusta ganar. Pero queremos que el resultado sea producto de esa formación. Ese es el objetivo final. Que ese acercar al futbolista a su rendimiento más alto, se vaya viendo también reflejado en la competición.

—Desde fuera cuesta entender que, siendo los juveniles campeones, se haya fichado a tantos jugadores de fuera.

—Las últimas generaciones de Abegondo han sido realmente buenas y se han cubierto los procesos de formación muy rápido. Se han ido jugadores en edades tempranas para continuar su progresión, debido a su nivel, y se necesitaba acudir al mercado, como siempre se ha hecho, en un número mayor o menor.

—¿Once incorporaciones no son demasiadas?

—Pues no lo sé… Depende de cómo se mire… Más allá del número, lo más importante es que los procesos individuales de los jugadores se vayan cubriendo. Hay futbolistas que se han incorporado desde el juvenil al Fabril y hemos visto que, este primer año, es mejor que tengan minutos en una categoría inferior para que prosigan su proceso de formación. Hay que tratar de que cada jugador crezca y ese es un detalle importante.

—A Delgado, Domínguez y Vilela, los exjuveniles de los que habla, les queda el ejemplo de Quique Teijo, que se fue cedido y volvió siendo importante.

—Sí. Lo más importante para un jugador joven es seguir progresando. En este caso dan un paso adelante para ellos, para que intenten ser importantes en un peldaño inferior a la Segunda RFEF, con la tranquilidad de que el club confía en ellos, porque tienen contrato más allá de esta temporada.

—A pesar de los fichajes, mira al Juvenil A, como demuestra con Guerrero, Estévez y Noé.

—Es nuestra obligación como club de cantera y, como hemos hecho estas temporadas, buscaremos que esa progresión de los jugadores se siga trasladando al Fabril. El camino a seguir es apostar cuando veamos que están preparados. Lo mismo que del Juvenil B para el Juvenil A y del Cadete A para el Juvenil B.

—¿Cómo ve al juvenil Adrián Guerrero? Titular ante el Ávila.

—No me gusta mucho hablar individualmente de los jugadores. Cada uno tiene su proceso y sus velocidades. Todos los que se incorporan a una categoría superior necesitan un proceso de adaptación al ritmo; pero estamos muy contentos tanto con él como con el resto de juveniles que han estado trabajando con nosotros durante la pretemporada. Unos han tenido más minutos, otros los tendrán durante la temporada, pero el trabajo de ellos está siendo muy bueno.

—Destaca por lo atípico, la incorporación de los dos cameruneses. ¿Cómo ve a Bil y a Fadil?

—Es una oportunidad que el club ha visto en el mercado, con dos jugadores con mucha proyección. Necesitan un período de adaptación por el idioma y porque vienen de una cultura distinta. Les está costando, pero futbolísticamente son dos jugadores con muchísima proyección. Trataremos de acelerar con ellos los procesos de adaptación para que puedan demostrar lo antes posible las condiciones que atesoran.

—El primer equipo tiene 25 jugadores. No parece que vaya a tirar tanto del Fabril.

—Bueno, y si así fuera, es nuestra razón de ser. Siempre estaremos encantados de que los jugadores que trabajan en el filial puedan aportar al primer equipo. Sería positivo.

—¿Qué espera del Valladolid Promesas?

—Es un filial que ha destacado en los últimos años por tener muy buenos futbolistas. Tanto los que forman en su cantera, como los que firman cuando acuden al mercado. Tienen una mezcla buena de jóvenes con otros de experiencia. Un rival muy dinámico, de buen nivel físico, y difícil, como todos los de esta categoría.

—Será su partido cien.

—Para mí, es una mezcla entre orgullo por haber llegado a esta cifra al frente del Fabril; y de agradecimiento, a toda la gente que está en el día a día conmigo. Lo hace todo mucho más fácil.