El análisis de Manuel Mosquera: El Granada, un equipo que sufre con la presión alta
TORRE DE MARATHÓN

La velocidad del Dépor en transiciones puede ser una de las claves para ganar en su visita a Los Cármenes
07 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.El Dépor visita hoy Los Cármenes para enfrentarse a un Granada que no ha empezado bien. De tres partidos, ha perdido los dos de casa y, aunque venció en Ferrol, la derrota contra el Huesca la jornada pasada es demasiada losa para un equipo recién descendido de la Primera División. Incluso su afición ya expresó su disgusto por este inicio.
Es verdad que estamos en el comienzo, pero las exigencias por su estatus y por la plantilla que tiene es algo con lo que tendrá que lidiar esta campaña.
Sistema inicial
Guillermo Abascal, el joven entrenador del Granada, planteó un sistema 4-4-2 de inicio. Pero, viendo que Trigueros ocupaba la zona izquierda de ese centro del campo, ya se podía prever que este sistema poco duraría en el partido, más allá de ser una posición en situación defensiva si el rival tenía el balón.
Ya con Emery en el Villarreal, el de Talavera de la Reina jugaba desde esa banda izquierda para, luego, recibir por dentro y ser el lateral de la zona el que ocupase en ataque esa banda.
Hay más variables en este sistema. Abascal situó frente a los oscenses a un jugador muy creativo, Villar, en lugar Ruiz —más defensivo—. Lo colocó al lado de Hongla para que fuese él quien hiciese de enlace con los dos puntas, Boye y Uzuni. Y, junto a la mencionada posición de Trigueros, dejar las bandas para dos laterales muy ofensivos como son Ricard y Neva.
Por la derecha hay que sumar al georgiano Tsitaishvili, un encarador zurdo habilidoso, pero con un perfil también para el juego interior.
Planteamiento con balón
El Granada, con Zidane en la portería (con gran juego de pies), hace una salida con centrales. Es Hongla quien, en principio, va a recibir. El centrocampista ocupa mucho campo, es muy fuerte y gana duelos, pero no brilla por ser un gran elaborador de juego.
El Huesca, con una presión no muy alta, les planteó muchos problemas en esa salida de balón. Eso hizo que Abascal decidiese poner más centrado a Trigueros y, junto a Villar, se los que catalizasen el juego interior del Granada. En ese aspecto son muy fuertes las combinaciones por dentro con Boye, Uzuni y los dos futbolistas anteriormente mencionados. Junto con el georgiano, crean desajustes constantes en el rival.
A esto hay que añadirle que Ricard, por la derecha, está siempre en una posición muy alta, pero destaca por su profundidad por dentro y desborda constantemente. Neva, por el contrario, abre mucho campo y los centros laterales suelen venir más desde ese lado.
Planteamiento sin balón
Como es lógico, va a depender de las características del rival. Frente al Huesca, equipo que prefiere ceder posesión, esperaba en 1-4-4-2. Un esquema que empezó con Trigueros en banda izquierda, función hacia la que derivó posteriormente Hongla, con presión fuerte al principio que llevó a obtener buenos resultados a la hora de robar. Pero, en cuanto el Huesca optó por un juego directo, simplemente esperaban en tres cuartos y, desde ahí, apretaban.
Variantes desde el banquillo
Después de dos derrotas consecutivas, Abascal buscará soluciones en su feudo y maneje otro once con más equilibrio posicional.
En el último partido, el preparador del Granada eligió a Villar, un perfil más creativo, en lugar de Sergio Ruiz, un jugador más defensivo. Weissman, delantero israelí, salió en el descanso y Uzuni pasó a ocupar la banda izquierda. Rubén Sánchez, ex del Espanyol, muy potente en banda derecha, salió por el costado contrario, aunque no fuese su mejor perfil. Y, por otro lado, el extremo zurdo Pablo Sáenz, jugó en banda derecha. Muy habilidoso.
El Granada sufrió mucho en las transiciones, sobre todo a espaldas de Neva en el costado izquierdo. Es un equipo que apuesta muy fuerte en ataque, con un juego interior de nivel con muchos futbolistas por delante del esférico, pero sus centrales están expuestos permanentemente en las pérdidas. También sufre mucho con la presión alta del rival.
Por supuesto que es una salida muy complicada, pero la velocidad del Deportivo en transiciones puede ser una de las claves para ganar en Los Cármenes.