El Deportivo añade músculo al centro del campo, atando al pivote internacional por el Congo, que firma dos años más uno por objetivos
06 ago 2024 . Actualizado a las 20:18 h.Finalmente, tras varios días ultimando algunos detalles, el Dépor y Mfulu han llegado a un acuerdo para unir sus caminos. Así, el club blanquiazul realiza una de las incorporaciones capitales de cara al próximo curso, cerrando el fichaje de un pivote de contención, recuperador, que ejerza como guardaespaldas de los interiores más ofensivos.
Nacido en Francia, pero internacional con el Congo por su ascendencia africana, Omenuke Mfulu cuenta con una extensa trayectoria en el fútbol profesional. Aterriza en A Coruña ya en la treintena, con el firme deseo de cosechar un tercer ascenso tras haber hecho lo propio en Elche en el 2020 y en la UD Las Palmas en la temporada 2022-23.
Hijo de inmigrantes, desarrolló su infancia en Vitry-sur-Seine, en la periferia sudeste de París. Tras iniciarse en el fútbol, llamó la atención del Estrasburgo, por lo que a los 16 años emprendió la aventura de irse a vivir solo, a 500 kilómetros de su familia, para incorporarse a las categorías inferiores del club. Sin embargo, los problemas económicos del conjunto francés le llevaron a dar el salto al filial del Lille, donde no pudo afianzarse.
En consecuencia, Mfulu recaló en el Stade de Reims, firmó su primer contrato profesional y permaneció varios años en la disciplina rojiblanca, llegando incluso a debutar en Ligue 1. Luego, disputó dos temporadas en el Red Star, convirtiéndose en capitán del club hasta su descenso a la tercera categoría del fútbol galo. Así, llegó a España.
A los 25 años y de la mano del Elche, se mudó al país vecino para convertirse en pieza de rotación de un equipo que terminó sexto y acabó logrando el ascenso en el play off. Mfulu disputó 22 encuentros, sumó 11 titularidades y tuvo presencia en todos los duelos de la decisiva promoción. Al año siguiente, con el equipo en Primera, gozó de 784 minutos repartidos en 20 encuentros. Una vez obtenida la permanencia, se despidió del conjunto ilicitano, buscando mayor protagonismo en una categoría inferior.
Lo consiguió en Gran Canaria. En su primera campaña, se convirtió en un fijo tanto para Pepe Mel como para García Pimienta. Mfulu disputó una treintena de partidos con 29 titularidades y completó los dos encuentros de play off ante un mejor Tenerife, que se llevó aquella eliminatoria.
Con el mismo guion pero distinto final afrontó la siguiente temporada, la 2022-23, en la que fue titular en 27 de los 30 partidos en los que vistió la elástica amarilla, ampliando su contrato en enero, dadas sus buenas actuaciones sobre el césped. En definitiva, la UD Las Palmas retornó al máximo nivel, con Mfulu como un jugador imprescindible para la plantilla y querido por la grada.
Pero en Primera no corrió la misma suerte. Las incorporaciones veraniegas le relegaron a un segundo plano y la buena dinámica del equipo avaló las alineaciones de Pimienta. Con esas, en enero acudió a la Copa África, pero sin apenas participación en el torneo. A su regreso, tuvo un papel testimonial.
Ahora vuelve a Segunda. Llega a un recién ascendido pero con la ambición de un nuevo éxito. También tiene un peculiar reto por delante: el de anotar su primer gol en el fútbol profesional. No urge, es pivote, aunque quizá pueda estrenarse de blanquiazul.