Los contactos con el extremo se iniciaron hace un mes y, pese a la mejora de la oferta inicial, el futbolista firmará con los baleares
09 ago 2023 . Actualizado a las 10:42 h.No hay temporada sin fichaje que se haga de rogar. Pequeños culebrones de verano en los que últimamente el Dépor imponía su condición de pez grande de Primera RFEF. Lo pagó el curso pasado el Córdoba, con protesta pública del presidente verdiblanco tras perder el pulso por Isi Gómez y Gorka Santamaría, recién salidos del Badajoz. Esta vez no ha resultado tan sencillo: el rival se hizo fuerte y logró sabotear una operación que la dirección deportiva blanquiazul había arrancado poco después de tomar posesión.
El Ibiza tomó ventaja el lunes, convenciendo a Álex Gallar de los beneficios de recalar en la isla y militar en un recién descendido de Segunda que aspira a un rápido retorno desde el grupo II. Sin embargo, desde A Coruña volvieron a tentar al extremo hasta el punto de hacerle dudar. La oferta económica subió, impulsada por el mayor poder adquisitivo respecto a anteriores campañas. Un refuerzo económico útil en casos como el de José Ángel o el de Davo y cuya magnitud no ha resultado suficiente en esta ocasión.
Gallar viene de hilar seis campañas entre Segunda y Primera, fruto de la condición de equipo ascensor del Huesca, y de su paso por el Cartagena y el Málaga, con el que cayó a la tercera categoría tras el calvario (individual y colectivo) de la 22-23. Los de La Rosaleda lo incluyeron en el extenso lote de bajas (18) que dieron al concluir junio; en su caso, porque su contrato le daba la oportunidad de quedar libre en caso de no lograr la permanencia.
A partir de ahí, se acumularon los pretendientes e incluso se le vinculó con distintos conjuntos de Segunda. Rivales de excesiva entidad para el Dépor, que ya perdió así al mediocentro Álex Carbonell (incorporado al Amorebieta) y al mediapunta Juan Carlos Real (se decantó por Cartagonova). También a Mario Soriano, que se marchó al Eibar a través de una cesión forzosa, obligando a profundizar en la reestructuración del plantel.
Se buscan integrantes para la segunda línea del frente de ataque y Álex Gallar ofrecía, a sus 31 años, virtudes que no sobran en el conjunto blanquiazul. Zurdo de buen golpeo para exprimir el costado y asistir, podría rivalizar con Yeremay; también dar una alternativa a Davo en el costado opuesto, más allá de Víctor Narro.
También disputa la plaza en la derecha (o en el puesto de segundo punta) Kuki Zalazar y es el uruguayo quien más habría perdido en la operación, como efecto colateral. La ficha que dejó libre Arturo con su salida al UCAM Murcia es necesaria para reclutar a un delantero que lo reemplace o a un mediocentro que Fernando Soriano ha reconocido prioritario. Si llega un extremo, otro tendrá que abandonar la entidad, ya casi al límite de plazas para mayores de 23.
Hace tres meses desde que Gallar disputó su último encuentro en una temporada marcada por los problemas de índole personal que le obligaron a hacer un parón. Buscaba equipo en el que reengancharse al fútbol y bajar al tercer escalón podría servirle para tomar impulso. Fue en Segunda B donde aportó 17 goles fundamentales para que la Cultural ascendiera y él recalase en El Alcoraz.
Como Obolskii o Javi Jiménez
Desde Ibiza, le tentaba un ex del Dépor, como Juan Giménez; desde A Coruña, un ex de los baleares a la caza del noveno fichaje. Finalmente se han impuesto los de la isla, como ya sucedió en los casos de Nico Obolskii (ariete que no renovó en el Reino de León) y del carrilero zurdo Javi Jiménez, que se reencontrará con su excompañero Gallar.