Álex Rodríguez, jugador del Liceo: «He cumplido una etapa y ojalá que pueda irme con otro título»

TORRE DE MARATHÓN

Álex Rodríguez, a la izquierda, se abraza a Dava Torres en el partido contra el Alcobendas
Álex Rodríguez, a la izquierda, se abraza a Dava Torres en el partido contra el Alcobendas CESAR QUIAN

«Mi padre era gallego y no voy a olvidar lo que viví aquí», dice el delantero

02 jun 2023 . Actualizado a las 20:20 h.

Llegó al Liceo en el verano del 2021, tras cinco temporadas en el Reus, como pichichi de la OKLiga. Había anotado, en la campaña precedente, 52 goles. Dos años después, y tras proclamarse campeón de liga en A Coruña, Álex Rodríguez Dalmau (San Hipólito de Voltregá, 1993) sigue demostrando su eficacia anotadora. Suma seis dianas en esta fase por el título. El Liceo puede dejar esta tarde (20.30, canal de Youtube de la OK Liga TV) sentenciada la semifinal si gana a domicilio al Calafell, al que se impuso en los dos partidos de Riazor. De lo contrario, tendrá dos opciones más.

—¿Puede haber riesgo de relajación con la eliminatoria encarrilada?

—Tenemos el precedente del año pasado, que lo teníamos de cara y luego se nos complicó. Este año estamos mejor preparados, y queremos dejarlo sentenciado para poder descansar de cara a la final. Ellos se van a encomendar a su pista y a su gente. Es de las dos o tres pistas más difíciles de la categoría. Saben que tienen una última bala y van a querer gastarla. Tenemos las ideas claras después de los partidos en casa. En esta fase de la temporada, cuantos menos partidos juguemos, mejor.

—Lo dice por los problemas en su espalda, a pesar de los cuales mantiene un gran rendimiento.

—Esta semana no me está ayudando mucho. Pero queda poco. Rezo para que no vaya a más. Por eso, si podemos estar en la final en tres, mejor que en cuatro.

—Ya contarán con que el rival será el Barcelona.

—Tiene pinta, pero nosotros tenemos que fijarnos solo en nuestro partido. Cuando nos clasifiquemos, ya veremos qué hacen ellos. Queremos jugar la final.

—Tendría mérito hacerlo con un equipo que ha tenido que volver a reinventarse.

—Es el ADN de este club, que te hace competir con todo. Sabíamos que iba a ser un año muy complicado. Hemos cambiado a siete jugadores de la temporada anterior y aún así estamos haciendo un gran año. Los objetivos los hemos cumplido. Ahora ojalá podamos levantar un título, que es por lo que estamos luchando toda la temporada.

—Acaba contrato. ¿Influiría eso en la decisión que tome?

—No, no, mi futuro está decidido. No fue una decisión fácil, pero también pesan otras cosas. Entendí que era lo mejor para mí, he cumplido una etapa y ya está. Ojalá que pueda ser con un título debajo del brazo, es lo que más ilusión me haría.

—¿Tiene claro ya por dónde pasará su futuro?

—Sí, pero no lo voy a decir ahora. Solo pienso en el Liceo.

—Dijo cuando llegó que había cumplido un sueño en A Coruña.

—Jugar aquí era una idea que tenía desde pequeño y, por fortuna, la he podido cumplir. Mi padre era gallego, de una aldea a una hora de Ourense, en la montaña. Desgraciadamente, falleció hace doce años. Me siento medio gallego, así lo dice mi familia paterna. Cada verano, hasta que él falleció, veníamos a Galicia. Por eso tenía la ilusión de venir.

—¿Y ha cumplido expectativas?

—Ya solo por lo que viví el año pasado, que ojalá podamos repetir este, ha valido mucho la pena. Es una época de mi vida que no voy a olvidar nunca.