Nadie esperaba tantos cambios en la alineación, y de la importancia que tuvieron, en una clara indicación de que la cantera está ahí. Además, la inclusión de Soriano por dentro, y Bergantiños en el círculo central fue lo más destacado de un Dépor que salió a por el rival desde el primer minuto. Y que no menguó su empuje con el 1-0. Así se hizo realidad lo que había dicho Rubén de la Barrera: quería que el equipo acabase todos sus ataques en oportunidad de gol. Y así llegaron otros dos tantos antes del descanso. Era un Deportivo arrollador, con Soriano moviéndose muy bien entre líneas, y muchos jugadores acompañando los ataques. El 3-0 permitió al Dépor a partir de entonces administrar el resultado. Así, el segundo tiempo fue jugado con algo más de parsimonia.
Además, el paso de los minutos afectó a los jugadores con poca competición. Lo notaron Álex Bergantiños y Trilli, aunque este aguantó todos los minutos, pero el Dépor zanjó el partido con los cambios y un 4-0 que muestra el potencial del equipo: la ruptura de Yeremay, el pase de Lucas y la definición de Svensson fueron perfectos. Luego llegó el momento de Mella, con Isi aportando calidad a las posesiones del Dépor y Olabe para contener. Fue un Deportivo muy superior. Enhorabuena al equipo, que se ha añadido a todo eso que aporta un cambio de entrenador una solidez que es difícil de encontrar un 4-0 con cambio de entrenador. Ahora también hay que renovar las ilusiones de los que no han entrado, porque se necesita de todos para el play off.