Muere a los 92 años Arsenio Iglesias, leyenda del Deportivo

TORRE DE MARATHÓN

El deportivismo llora el fallecimiento de uno de sus mayores ídolos. Fue el técnico que más partidos oficiales dirigió al Dépor (566) y el que lo llevó a conquistar su primer título, la Copa del Rey de 1995. Hombre cercano y afable, se había apartado de la vida pública debido a su avanzada edad. El estadio municipal de Riazor, recinto de tantas alegrías y tristezas vividas por el Zorro de Arteixo durante su etapa como futbolista y de entrenador, acogerá su capilla ardiente

06 may 2023 . Actualizado a las 13:25 h.

El deportivismo llora el fallecimiento de uno de sus mayores ídolos, Arsenio Iglesias, de 92 años. Nacido el 24 de diciembre de 1930 en Arteixo, fue futbolista, entrenador y referencia ineludible del club de su corazón. Arsenio comenzó a jugar al fútbol en el Penouqueira, equipo de su pueblo, que no estaba federado. Tras pasar por el Ciudad Jardín, el Bergantiños y el Fabril, el 28 de octubre de 1951, Chacho, entrenador del Deportivo, le hizo debutar contra el Barcelona de Kubala en el campo de Les Corts. Aunque el club coruñés perdió 6-1, Arsenio marcó el gol. Una semana después se presentó en Riazor, ante el Español, al que vencieron por 3-1.

Al tiempo que jugaba al fútbol, Arsenio estudiaba en la Escuela de Maestría Industrial de A Coruña, con la intención de seguir luego una carrera de grado medio. Pudo más su pasión por el fútbol, y acabó abandonando los estudios.  

En 1957 fichó por el Sevilla, llamado por Helenio Herrera, club en el que jugó la Copa de Europa y permaneció una temporada. Tras cesar Herrera, el Zorro de Arteixo recaló en el Granada, jugando seis temporadas en Primera y Segunda División. Con este equipo se convirtió en subcampeón de Copa, en 1959, y el seleccionador nacional, Benito Díaz, lo convocó en varias ocasiones, aunque no debutó en partido internacional. Del Granada fue cedido al Albacete, en donde jugó la liguilla de ascenso. Regresó al club granadino, y ya en 1965, llamado por el entrenador Eduardo Toba, pasó al Oviedo, ayudando a mantener al equipo en Primera División. Permaneció en el club asturiano la temporada siguiente y jugó en Riazor contra su Deportivo, empatando 1-1 y anotando el gol de los ovetenses. Se retiró tras dos temporadas en el club asturiano a los 34 años.

Con el título de entrenador regional, Arsenio preparó al Fabril las temporadas 66-67, 67-68 y 68-69. Obtuvo el título nacional en 1969, en la promoción de Puskas, Ríos, Vaz y Kocsis. En la temporada 69-70, mientras continuaba en el Fabril, y al cesar Roque Olsen el 30 de diciembre de 1970, pasó a entrenar al Deportivo, llevando al equipo a Primera División. Luego también dirigió al Hércules durante cuatro temporadas, así como al Zaragoza, antes de regresar al Deportivo para gestar su época más brillante. Desde Riazor moldeó la leyenda del Superdépor, que de su mano en los primeros años noventa tuteó a los grandes en la Liga española y se convirtió en un equipo admirado por todo el fútbol mundial. 

Sus éxitos en el Deportivo le llevaron a entrenar al Real Madrid en 1996, sustituyendo a mitad de temporada al cesado Jorge Valdano. Su última experiencia en un banquillo llegó de la mano de la selección gallega, a la que entrenó junto a Fernando Vázquez en varios amistosos entre el 2005 y el 2008.

Fue el técnico que más partidos oficiales dirigió al Dépor (566) y el que lo llevó a conquistar su primer título, la Copa del Rey de 1995. Su balance en el banquillo blanquiazul fue de 250 victorias, 143 empates y 173 derrotas, con 758 goles a favor y 575 en contra. Pero, más allá de los números, su figura se encuentra unida para siempre a algunos de los grandes episodios de la historia del centenario club coruñés. 

Solo tres años antes de que el deportivismo levantase la primera Copa, conquistada en el Bernabéu en un partido que se disputó en dos días distintos a causa de una descomunal tormenta, Arsenio había protagonizado la permanencia a una sola carta del Deportivo en la promoción de junio de 1992 contra el Betis. «Cuánto hemos sufrido, Martín», se abrazó el entonces técnico al uruguayo Lasarte al final de aquel encuentro. También dirigía al Deportivo cuando en 1994 estuvo a punto de ganar el título de la Liga.

Pero su leyenda trasciende el fútbol. Hijo Predilecto de Arteixo, también dispone en A Coruña, donde residía, de un busto en el paseo marítimo de la ciudad, enfrente del estadio. Además, hace dos años fue distinguido como Hijo Adoptivo de A Coruña, al tiempo que el complejo deportivo de A Torre recibió su nombre.

Hombre cercano y afable, ídolo de una hinchada que siempre apreció su bonhomía, sencillez y retranca, se había apartado de la vida pública debido a su avanzada edad, pero nunca se fue, porque es eterno.

«El personaje con mayor influencia directa en 116 años del Deportivo»

El Deportivo emitió un comunicado en el que considera a Arsenio Iglesias «el personaje con mayor influencia directa en el terreno de juego en los 116 años de historia» del club. El conjunto coruñés explica en un comunicado que el técnico gallego es «uno de los personajes más notables de la centenaria historia deportivista».

Recuerda, además, que estuvo «vinculado al club como jugador y entrenador, en distintas etapas, durante un cuarto de siglo». Arsenio, apunta el Deportivo, es «el entrenador que más partidos oficiales dirigió al Dépor (568) y el técnico que llevó al club a conquistar su primera Copa del Rey en 1995».

«Estuvo un cuarto de siglo vinculado de manera directa al Deportivo, como jugador del Fabril y del Juvenil, como futbolista del primer equipo, como entrenador del Fabril y como técnico del primer equipo. Con un total de 714 partidos oficiales con el primer equipo; como entrenador y como jugador, es el personaje con mayor influencia directa en el terreno de juego a lo largo de estos 116 años», sostiene el club.

Una vez retirado, recibió la más alta distinción del Deportivo, la insignia de Oro y Brillantes, y fue nombrado Lenda Branquiazul el 14 de mayo del 2016, en el descanso del último partido del campeonato liguero del curso 2015-2016, ante el Real Madrid, el equipo en el que afrontó su última experiencia en el fútbol profesional. «El Dépor fue para mí el inicio de todo», dijo en aquel momento, en la que sería su última entrevista en La Voz.

Un último adiós en Riazor

El estadio municipal de Riazor, recinto de tantas alegrías y tristezas vividas por Arsenio Iglesias durante su etapa como futbolista y de entrenador, acoge su capilla ardiente. Según anunció la alcaldesa Inés Rey, desde las tres de la tarde el templo blanquiazul permanece abierto para que los miles de aficionados que durante años han idolatrado a este mito del deportivismo puedan darle el último adiós. Es la primera vez que el estadio de Riazor se convertirá en escenario de un acto como este, pero la figura de Arsenio va más allá de lo puramente deportivo. Arsenio fue un hombre que marcó a varias generaciones de coruñeses y el Deportivo, el concello y la familia han entendido que esta instalación municipal es el mejor sitio para que todos los que quieran puedan acudir a rendir homenaje.

«Gracias Arsenio por haberme ayudado tanto»

Bebeto, con Arsenio Iglesias, en los actos del Centenario del Dépor, en el 2006
Bebeto, con Arsenio Iglesias, en los actos del Centenario del Dépor, en el 2006 CESAR QUIAN

«No es fácil levantarse con una noticia como la del fallecimiento de una persona tan importante en mi vida como fue Arsenio Iglesias. Tengo el corazón encogido desde que, recién levantado, me encontré con esta información. Las lágrimas recorren mi rostro mientras escribo estas líneas. Porque Arsenio no fue un entrenador más para mí. Fue como un padre. Si yo llegué a hacer lo que hice en el Deportivo fue, en una parte muy importante, gracias a él». En un artículo para La Voz de Galicia, Bebeto, uno de los estandartes de aquel Superdépor liderado por Arsenio Iglesias, se despide del míster. «Hoy decimos adiós a la persona. Pero nace un mito. Porque Arsenio nunca podrá irse del corazón de todos los deportivistas».

Mauro Silva: «Era un padre para nosotros»

Arsenio fue historia viva del Deportivo. Ascendió al Depor en 1991 tras 20 años en Segunda, lo mantuvo y luego fue el alma máter del Superdepor. Su fallecimiento ha consternado tanto a aficionados como a todos los futbolistas que pasaron por sus manos. Entre ellos, Mauro Silva. El exjugador del Deportivo empleó sus redes sociales para despedirse de Arsenio. 

«Recibo con profunda tristeza la no noticia de que mi ex entrenador y querido amigo Arsenio Iglesias ha fallecido. Para Bebeto y para mí, cuando llegamos a España, él era como un padre para nosotros. Nos enseñó mucho sobre la vida y el fútbol, y siempre lo recordaremos con cariño», escribió el brasileño. «Arsenio era una persona entrañable con un gran corazón y siempre se preocupó por el bienestar de sus jugadores. Él fue fundamental en nuestros éxitos como equipo y nunca olvidaré los momentos que compartimos juntos. A pesar de que su partida nos entristece profundamente, siempre recordaremos su legado y su espíritu eterno. Le deseo a él y a su familia paz y consuelo en este momento difícil. Descanse en paz, querido amigo. Siempre te tendré en mi memoria. Con profunda tristeza y dolor», finalizó Mauro Silva.