El club coruñés baraja la incorporación de otro ariete que libere al coruñés y aproveche los espacios que genera, aunque esto obligaría a retocar la propuesta
10 ene 2023 . Actualizado a las 09:44 h.«Me gustaría contar con algún jugador con el que fuésemos capaces de cerrar partidos. No solo que tenga patas para defender estando lejos, sino también que sea capaz de aprovechar todo lo que se genera. Porque contra el Ceuta salimos a la contra en varias ocasiones de forma clara y no supimos resolver. Alguien que sea capaz de hacernos eso. No solo ser primer defensor, defender alto, sino también llevarnos a campo contrario». La lista de deseos de Óscar Cano no concluye en Lucas Pérez. Tampoco en el lateral izquierdo que vendrá a reemplazar a Alberto Retuerta cuando este encuentre acomodo a préstamo en alguno de los clubes que lo pretenden. El técnico andaluz, acostumbrado a explayarse en sala de prensa, empleó la que precedió al duelo con Unionistas en proclamar la necesidad de sumar un anotador al grupo.
Lo es, como quedó demostrado, el nuevo portador del 7. Sin embargo, su entrenador encuentra en él facultades más aprovechables en compañía. Lucas produce para el colectivo a diferentes escalas. Anota y eso da puntos, pero también atrae marcas, desbrozando el área. Y aunque bien pueden llegar hasta allí Alberto Quiles o Mario Soriano, partiendo desde una esquina, la presencia de un primer delantero (el coruñés ejercería de segundo por puesto, que no por importancia) dispararía el potencial realizador del Deportivo.
Cuando se produjo el fichaje del de Monelos había en plantilla tres aspirantes a hacerle compañía. Uno (Gorka Santamaría) desapareció enseguida al considerar Cano que sus virtudes no casan con esta propuesta en la que escasean los centros al área. Otro (Kuki Zalazar) no sirve como boya y, como el propio Lucas, rinde mejor a espaldas de un referente. Este podría ser Max Svensson, rehabilitado por el técnico. El problema está en que la innegable intensidad y capacidad de sacrificio del hijo del portero no están acompañadas de un talento diferencial en zona de remate.
Tiene el futbolista cedido por el Espanyol las «patas para defender lejos» que demanda el entrenador; le falta el segundo requisito: capacidad para «aprovechar todo lo que se genera». Encontrar quien combine ambas virtudes sale caro y el gran esfuerzo del Dépor en el mercado invernal ya está hecho. Resta encontrar una ocasión en la que valga la pena empeñar los últimos recursos económicos y la única ficha disponible.
El efecto colateral de esta posible incorporación estaría en el giro forzoso a la propuesta. Siempre atendiendo a cómo explotar mejor las condiciones del nuevo jugador franquicia. Cano inició su etapa en blanquiazul recuperando el trivote que había dado por amortizado Borja Jiménez. El abulense pasó del 4-3-3 que predominó en la campaña 2021-2022 a un 4-2-3-1 al que, en teoría, respondía la adquisición de Rubén Díez. Sin embargo, el maño está ahora a un nivel altísimo en la medular y si el Dépor pasa a emplear dos puntas, habría que sacrificar un mediocentro.
Prescindir de una pieza en la línea que mejor funciona o convertir al 7 en 9. Lucas Pérez abre el abanico.