Elías Martí, «las dos manos y los dos pies» de Óscar Cano

TORRE DE MARATHÓN

Elías Martí, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva de Abegondo
Elías Martí, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva de Abegondo MARCOS MÍGUEZ

El entrenador del Dépor mantiene una fe total en su segundo, al que jugadores y técnicos destacan como un ayudante atípico por sus amplios conocimientos

30 dic 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

«Elías es vital». Isi Gómez ya coincidió con el segundo entrenador del Deportivo el curso pasado en Badajoz. Desde entonces mantiene la impresión de que se trata de «un tío diez, siempre en contacto con el futbolista y de buen humor». Hasta ahí, nada que lo distinga entre el montón de ayudantes que han pasado por el conjunto coruñés. «La diferencia quizá esté en el protagonismo que le da Óscar, que es muy alto —aclara el centrocampista madrileño—. Muchas veces nos dice: ‘‘No sé a quién pondré este domingo, eso ya se lo preguntaré a Elías’’. Lo tiene muy en cuenta, es su mano derecha».

Aquí, la apreciación del futbolista se queda corta, como aclara el propio entrenador. «No hablamos de alguien que me eche una mano. Me echa las dos manos y los dos pies», sostiene Cano antes de entrar en detalles: «Prepara entrenamientos, dirige parte de los mismos... Principalmente, es quien se encarga de que todo esté bien coordinado y de que a mí me llegue la información precisa para evitar el desgaste. Es una pieza fundamental, por capacidad y conocimientos». Aquí el plantel recupera la voz para seguir trazando el perfil. «Es un segundo más táctico de lo habitual, lleva el peso en ese terreno, mientras Óscar va un poco más al aspecto mental, a lo psicológico. Tiene una mayor incidencia en esa parte que otros ayudantes con los que he trabajado», desgrana Álex Bergantiños, con experiencia suficiente como para detectar la variación.

«Derivado de su extensa formación, ha sido determinante para mí en todos los equipos por los que he pasado. Tiene un punto de vista muy interesante sobre el fútbol. Conoce perfectamente el juego y es muy sensible a las cosas que van sucediendo en los partidos para tratar de aplicar una solución», retoma el hilo el míster, incidiendo en ese extra que ofrece Elías Martí.

Aportación que se explica siguiendo la trayectoria del técnico nacido en La Llosa de Ranes hace 45 años y curtido en el fútbol regional. Formado en el equipo de su localidad, a los 25 empezó a compaginar la labor de lateral con la de preparador físico, tentado desde Xativa (municipio vecino) para ejercer en el Olimpic aprovechando su título de INEF. El siguiente salto, ya tras colgar las botas por una lesión de tobillo, le llevó al Ontinyent. Allí experimentó su carrera el primer empujón.

«Lo llamé porque somos de la misma zona y compartimos licenciatura. Para dar una idea de su aportación como preparador físico, decir que en la primera temporada teníamos una plantilla corta y ascendimos a Segunda B después de que muchos de nuestros jugadores disputaran unos cincuenta partidos, contando liga regular, promoción de ascenso y Copa Federación. Una barbaridad. El año siguiente nos metimos en Copa del Rey, y uno más tarde, en la fase para subir a Segunda». Resumen rápido de tres de las cinco campañas en las que Toni Aparicio coincidió con quien hoy es segundo del Dépor, que lo considera su punto de apoyo inicial en la profesión. «Está muy implicado en el fútbol y lo vive. Antes de nuestros partidos, él se cogía el metro e iba a ver a los rivales que jugaban por la mañana. Sus informes eran perfectos, y es que siempre le encantó la táctica», profundiza esta especie de mentor.

Esa pasión tenía peso en el día a día. «Los ejercicios para mejorar la forma estaban normalmente vinculados a aspectos tácticos de nuestro próximo adversario», recuerda Aparicio, que señala además otro punto fuerte del preparador: «Ha trabajado en la enseñanza, con chavales en edades complicadas y eso le ayuda a controlar aspectos psicológicos en el vestuario».

Repertorio que luego explotó con Asier Garitano en el Alcoyano, donde un cambio de entrenador le llevó a coincidir con su actual pareja en el conjunto blanquiazul. Llegaron en tándem Óscar Cano y Guillermo Fernández Romo. Elías mezcló con ambos y más tarde se unió en exclusiva al ex del Racing de Santander (en Xativa y Murcia, ya como segundo) para volver a coincidir, en la Cultural Leonesa, con el andaluz. La sociedad no se disolvería más. «Es un tipazo —asegura el míster del Deportivo—. Mi padre me decía que me rodeara de aquellos que fueran mejores que yo, y en eso estoy».