Buen triunfo del Deportivo con condicionantes

Carlos Brizzola

TORRE DE MARATHÓN

Alba Pacheco | LOF

27 nov 2022 . Actualizado a las 20:32 h.

El Deportivo se enfrentó a un Fuenlabrada de juego directo, largo y buscador de segundas jugadas. Pero fue capaz de asentarse bien, no sufrir acoso del rival, y disponer de la posesión y algunas llegadas gracias a disparos de media distancia y las incursiones de Antoñito. Óscar Cano puso en liza la variación táctica de que Isi Gómez, por la izquierda, o Rubén Díez, a la derecha, hiciesen las veces de laterales para mantener a Raúl Carnero y Antoñito muy adelantados. En esas situaciones, Quiles y Soriano se juntaban con Olabe, y por ahí vinieron los centros de Antoñito y un peligroso centro-chut de Raúl. Así fue el partido hasta el gol de Quiles, ayudado por el golpeo involuntario de Diamé, y, cuatro o cinco minutos después, la expulsión de este mismo jugador. El Deportivo se fue al descanso con 0-1 y superioridad numérica. Pero el partido hay que saber plantearlo en el segundo tiempo para que esa superioridad se manifieste. El Dépor tuvo paciencia, y un error en la salida del Fuenlabrada, junto a un gran pase de Isi, así como el 0-3, en otro buen pase de Kuki Zalazar, zanjaron un partido en el que Quiles estuvo en plan estelar, Mario Soriano a muy buen nivel, y todo el equipo supo mandar con el marcador a favor para jugar casi a placer. De ahí llegó el resultado final.

En definitiva, fue un encuentro cómodo en el que en los últimos 20 minutos el equipo coruñés no sufrió. Son tres puntos importantísimos para no separarse del Córdoba y esperarlo el sábado que viene en Riazor con la intención de recortarle puntos. Pero, ojo, porque el marcador puede hacer pensar que ha sido todo un golpe en la mesa del Deportivo. Hay que recordar el gol anulado, que el 0-1 entró en un rebote, y también que hasta la expulsión el partido estaba parejo. Me quedo con que el Dépor supo jugar la superioridad numérica como se debe hacer: con dominio del balón y paciencia. Además, es muy bueno que Quiles haya logrado un hat trick a la espera de un compromiso tan importante como el próximo. El primero que tiene que darse cuenta de que puede volver a ser pichichi es él mismo.