Suplentes señalados por otro fiasco del Deportivo

Iván Antelo REDACCIÓN

TORRE DE MARATHÓN

LOF

La Copa se presentaba como una oportunidad para los jugadores con menos minutos, pero no demostraron ni merecer más presencia que los canteranos

12 nov 2022 . Actualizado a las 20:39 h.

«Siento no estar dando el nivel que todo el mundo esperaba cuando fiché». Es la cruda reflexión de un jugador como Gorka Santamaría, nada más acabar el enésimo fiasco blanquiazul, esta vez ante un rival que hace unos meses competía en Tercera Federación. El vasco firmó en verano con la vitola de nueve titular tras marcar 15 tantos el pasado ejercicio con el Badajoz, pero está lejos de las expectativas.

Suplente de Max Svensson, que le ganó la partida tras la llegada de Óscar Cano, Gorka tampoco aprovechó su oportunidad en Copa. Quedó encajonado entre los tres centrales del Guijuelo y sus mediocentros y no fue capaz de aparecer con criterio en zonas de remate. Mediado el mes de noviembre, no ha conseguido ver puerta todavía en partido oficial.

En el Luis Ramos, le acompañó en el ataque Kuki Zalazar. El mediapunta es otro de los señalados de la debacle. Se le vio excesivamente descolgado de los mediocentros, con lo que apenas entró en juego y volvió a pasar de puntillas por el partido. Tuvo el honor de ser el único jugador deportivista en disparar entre palos en los primeros 75 minutos de partido, pero su rendimiento sigue lejos del esperado. Para colmo, se marcó un gol en propia meta.

Tampoco le ayudaron demasiado los extremos, aunque en su caso posiblemente lastrados por el planteamiento táctico de Óscar Cano. El entrenador andaluz los hizo jugar a pierna cambiada: el zurdo Víctor Narro en la derecha y el diestro Yeremay en la izquierda. Un posicionamiento que no variaron en ningún momento y que motivaba que también se fueran hacia posiciones interiores, en donde el Guijuelo acumulaba un gran número de hombres.

Trilli y Brea se salvan

Ante el posicionamiento de Yeremay y Narro, la única opción de desborde por banda la pusieron los laterales. Una dependencia excesiva heredada de la época de Borja Jiménez, que sigue sin encontrar solución. Trilli rindió bien por la derecha y Retu, a pesar de la larga inactividad (no jugaba desde el Teresa Herrera), tampoco desentonó. El de Ortigueira y Pablo Brea fueron los únicos que aprovecharon su oportunidad.

También regresaba al once Álex Bergantiños, un jugador al que Óscar Cano comenzó viendo como titular en su debut ante el Linares, pero que luego desapareció de sus planes. Mientras el de la Sagrada estuvo junto a Diego Villares cumplió. El problema fue cuando tuvo que acompañar a Brais Val, dos jugadores de similares características y virtudes defensivas. Álex debió dar un paso adelante a la hora de generar fútbol y ahí le costó más. Óscar Cano justificó la decisión en que Olabe también arrastraba molestias y quizás se echó en falta a otro canterano de otro perfil como Jairo Noriega, que brilló en pretemporada y desde entonces no ha vuelto a aparecer por el primer equipo.

Hace semanas que los entrenadores del Dépor lo vienen repitiendo. Primero Borja Jiménez y últimamente Óscar Cano: «Es hora de que los jugadores demuestren la razón de sus fichajes por el Deportivo». El problema es que cada vez los titulares son más titulares y los suplentes no demuestran ni mejorar a los canteranos.