Construir el Dépor sobre los supervivientes del naufragio

TORRE DE MARATHÓN

La plantilla del Dépor hace un pasillo a Pablo Martínez tras su presentación
La plantilla del Dépor hace un pasillo a Pablo Martínez tras su presentación A CORUÑA

Borja Jiménez busca dar forma al equipo en torno a la base del curso pasado mientras dosifica las apariciones de los recién llegados, a excepción de Carnero

13 sep 2022 . Actualizado a las 15:04 h.

Raúl Carnero y dos más. Así se resume el impacto en el arranque de temporada de las doce novedades del plantel —trece, si se atiende a la promoción de Yeremay—. El lateral zurdo, autor del gol de los tres puntos en el Romano José Fouto, es el único recién llegado que ha disputado completos los dos primeros partidos. Víctor Narro también salió de inicio frente a la Balompédica Linense y el Mérida, pero fue reemplazado en el descanso del encuentro de la tercera jornada (en la segunda había aguantado hasta el 84). El resto de componentes de los onces de Borja Jiménez son viejos conocidos, a excepción del referente ofensivo; plaza para la que el técnico no cuenta con recursos de la pasada campaña. No ve en Alberto Quiles una opción como punta, aunque le haya dado minutos en ese puesto mientras buscaba cómo encauzar el duelo en Extremadura. Quienes aún resisten tras el naufragio en la orilla del mes de junio siguen sustentando el esqueleto del Dépor, a la espera de integrar a sus nuevos compañeros de vestuario.

«Partimos de una base capaz de marcar diferencias», había advertido Antonio Couceiro al poco de abrirse la primera ventana del mercado de fichajes. «Continúan bastantes jugadores y eso es positivo», apuntaría un par de semanas después el entrenador, refrendando la apreciación del presidente. Calma para planificar tras el agitado verano del 2021. Repite el cuerpo técnico y once futbolistas. Todos han sido ya protagonistas excepto los tres que ocupan posiciones dobladas por veteranos. Pablo Brea ha sumado otro aspirante a cubrir las bajas de Ian Mackay; Trilli ya está recuperado y compite en igualdad con Antoñito, y a Borja Granero, que eligió no moverse de A Coruña, las molestias físicas le están impidiendo recortar la distancia que ahora mismo le separa del resto en los planes del míster.

Los seis puntos obtenidos en el arranque garantizan tiempo de aclimatación. Margen también para que el grupo se adapte a los retoques en la propuesta, que no transmite de momento la distancia que se espera entre el Deportivo y muchos de sus rivales en el terreno de las sensaciones.

La portería sigue ajena a las dudas, espantando las acumuladas a lo largo de varias campañas previas. Sabiendo que el titular no daría oportunidades de relevo se optó por una segunda opción con poso en la categoría por si sucede cualquier imprevisto. En la zaga, cada carril tiene su historia. Continuidad para el flanco derecho, reforma total en el izquierdo. Si la distancia entre los zurdos es obvia, atendiendo a sus méritos previos, las diferencias de partida son mínimas en el lado opuesto. Un lateral veterano que disparó su crédito en un par de meses de encomiable servicio y la promesa más firme de la cantera. La intención no varía en los costados y Raúl Carnero, Antoñito y Trilli han cumplido sin problemas con el ida y vuelta.

En el eje de la defensa se asumieron los riesgos del no tocar, estirando otros dos años el contrato de Jaime Sánchez. Su mezcla con Adrián Lapeña garantiza una correcta salida de balón y la posibilidad de adelantar la última línea a un posicionamiento avanzado. Para aliviar los riesgos que se toman con la apuesta, especialmente en el interior del área, están los entrenamientos y un Pablo Martínez todavía en fase de integración. El primer tiempo del Linense reavivó ciertos miedos, pero aunque el equipo se ha visto superado en varios tramos del arranque, el único tanto en contra llegó a balón parado y no han sido necesarias intervenciones imposibles del meta para salvar los puntos.

Las primeras sospechas se concentran en la medular. Ni Roberto Olabe ni Isi Gómez han discutido la presencia de Álex Bergantiños y Diego Villares en el doble pivote. Los de casa garantizan sacrificio y contundencia sin la pelota, pero se ha echado de menos mayor fluidez con el balón en poder del Dépor. Por delante, Mario Soriano está en un momento de inspiración tan rentable que obliga a reubicar a Rubén Díez, por mucho esfuerzo que este hiciera para salir de Tenerife.

El maño ha encontrado una plaza ocasional en la izquierda, aprovechando que Víctor Narro no ha tenido el impacto inicial que tuvo William de Camargo. Todos los aspirantes a suceder al brasileño son novatos —Yeremay, en cuanto a ficha—, aunque alguno presuma de solera como Ibai Gómez. Ninguno despunta, hasta la fecha. La otra esquina es para Quiles, solo desplazado como parche para el roto en punta. Gorka Santamaría, Kuki Zalazar y Max Svensson ofrecen tres versiones de ariete. Aún es pronto para señalar cuál es la buena.