El polivalente centrocampista del Deportivo jugará como lateral derecho su cuarto partido de la temporada contra el Celta B por las bajas de Trilli y Víctor
24 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Todos los caminos del fútbol llevan a Diego Villares (Vilalba, 1996), que acaba de cumplir un año en el primer equipo del Deportivo con tantos roles distintos como colores es capaz de adoptar un camaleón. El lucense había brillado entre lo poco salvable de la horrible última temporada colectiva. Ejercía entonces de mediapunta de ida y vuelta, pero también de interior derecho e izquierdo. Bajo las órdenes de Borja Jiménez, este curso está repitiendo como interior, al igual que se le ha visto de mediocentro único por delante de la defensa. Sin embargo, de nuevo con las ausencias de Trilli y Víctor García, en el partido del domingo (12.00 horas, Footters) en Balaídos contra el Celta B todo apunta a que Villares volverá a reconvertirse en lateral derecho. Viene de actuar en esta posición el pasado sábado, al igual que había hecho tres semanas antes contra el Sanse, y en la cuarta jornada de la primera vuelta frente al Badajoz en Riazor. Así se expresaba Borja Jiménez al respecto en la entrevista a La Voz: «Tengo claro que no es el sitio de Villares, pero está cumpliendo y es de agradecer. A Lapeña lo contemplo de lateral derecho, pero lo puse en Salamanca y me disteis por todos lados, así que...», añadía con respecto a la otra posibilidad que tendría a mano en la larga plantilla que maneja, y que en principio cerraría las puertas a la puntual llegada de Iván Guerrero desde el Fabril.
El futbolista, al que la pelota ha conducido por casi todo el campo desde su etapa de formación, también había jugado como extremo zurdo en su salto al equipo de Tercera del Vilalbés de la mano de Óscar Gilsanz, actual entrenador del Fabril. Así explicaba el propio jugador los diferentes roles a los que ha tenido que adaptarse: «Dicen que soy un jugador que puede aparecer en cualquier parte del campo, y creo que es una de mis principales cualidades. Quiero que el físico, la presión y el recorrido que puedo tener aporten al máximo al equipo», señalaba. Precisamente esta capacidad física para turrar y parecer que juega sus partidos con tres pulmones es la que le ha abierto las puertas en este período oscuro del Deportivo, después de una despedida del Fabril donde Valerón lo había posicionado, por primera vez y de forma puntual, como lateral derecho.
En esta inteligencia táctica y disposición de Villares para ayudar al engranaje colectivo del equipo se había fijado otro de sus entrenadores en la base del Vilalbés, y actual entrenador del primer equipo de la capital de la Terra Chá, Simón Lamas: «No todos los futbolistas tienen esa capacidad de adaptación. Absorbe todo lo que se le explica y lo integra en su fútbol. En transición defensiva intuye muy bien el momento de recuperación, cuándo puede saltar y cuándo debe tapar espacios. Ve enseguida hacia dónde tiene que orientar la presión o cuál es el momento de actuar. Además, coloca muy bien el cuerpo y eso le hace ganar duelos».
En un equipo tan dependiente como este Deportivo de las apariciones de sus laterales, contra un Celta B mejor dotado para el ataque que la Cultural Leonesa, y en un campo como Balaídos para correr a sus anchas, Villares afila su puesta a punto con un entrenamiento personalizado como el de ayer. Es una nueva oportunidad para mostrar su fútbol camaleónico.
La oportunidad de Valerón
El entrenador que por primera vez situó a Diego Villares como lateral derecho fue Juan Carlos Valerón, que lo dirigió durante la primera mitad de la pasada temporada en las filas del Fabril. A partir de enero del 2021, el jugador lucense se convirtió en refuerzo de invierno del primer equipo deportivista, pero para entonces ya contaba con el bagaje de haber ampliado su polivalencia hasta el lateral derecho, donde cuidaba las espaldas de un extremo puro como Javi Sánchez, que había llegado al filial desde el Rápido de Bouzas. Así hablaba el Flaco sobre su futbolista: «Para mí la mayor cualidad de Diego es su polivalencia. Ha jugado de mediocentro, en banda, de lateral, de mediapunta... Y en todas las posiciones lo ha hecho bastante bien. Eso ayuda muchísimo a un entrenador. Se asocia bien y es un buen jugador de equipo. Tiene llegada y gol», subrayaba el técnico canario.