Borja Jiménez decidió asaltar el Ruta de la Plata con un equipo plagado de canteranos y futbolistas sub-23, que están entre lo más destacado de la temporada
28 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.El 31 de agosto a las 19.06, hora de la publicidad subliminal en la web blanquiazul, una cara de crío con mechas y perilla se apareció ante los seguidores del Deportivo que visitaban la página en busca del último refuerzo estival. Muchos esperaban premio en el refresca y gana de media tarde —ejercicio diario mientras permaneció abierto el mercado—, estimulados por la proximidad del cierre del plazo para formalizar fichajes y porque unos minutos antes el club había anunciado la cesión al Coruxo de Yago Gandoy.
El centrocampista coruñés dejaba libre una ficha sub-23 y llegaba para ocuparla otro visionario a préstamo, propiedad del Atlético de Madrid. El currículo decía que Mario Soriano había integrado el plantel del descenso del filial colchonero hasta Tercera RFEF. Y no decía mucho más. A los 19 años, el chaval solo podía presumir de los habituales elogios de antiguos entrenadores y compañeros y de un cameo bajo la dirección de Simeone en Copa del Rey. Ningún éxito colectivo al que agarrarse a modo de presentación ante una hinchada sobrada de escarmientos como para no sospechar. Intrascendente en sus minutos como reemplazo frente al Calahorra y el Badajoz, el estreno en el once del Reina Sofía, coincidiendo con la primera derrota de la temporada, no le hizo ningún favor. Después vino el empate con la SD Logroñés y Borja Jiménez decidió apartarlo de primera línea y formarlo en dosis cortas hasta el reestreno del 2022. Soriano, que despidió el 21 como reactivo en León, ha empezado el año nuevo inmune a las rotaciones y dando sentido al puesto de enganche en un conjunto que durante muchas jornadas no precisó de él.
El entrenador ha engranado la penúltima pieza de ese grupo de chavales que la secretaría técnica puso a su servicio dentro de un ambicioso plan. Mientras la mayoría de equipos de la categoría —filiales al margen— centran recursos y esfuerzos en ocupar sus plazas sénior, relegando el resto a la condición de remiendos, el Dépor concibió un proyecto sostenido también por la cantera y las fichas sub-23. El que probablemente sea el mejor futbolista del curso en la categoría, por virtudes y regularidad, encaja en la última condición.
Nadie dio más que Juergen sobre el césped del Ruta de la Plata —también antes de regalar el 0-1—, como ha venido sucediendo casi partido a partido hasta esta cita en lo alto con el Racing de Santander. El colombiano es el único jugador de campo que ha salido de inicio en todos los encuentros del conjunto coruñés.
En Zamora lideró a los visitantes y apareció a distintas alturas del campo según exigiera el adversario, el sistema y la situación. Guía de un frente de ataque en el que Quiles era el único veterano, dentro de los márgenes de la experiencia adquirida a los 26. A la izquierda actuó William, otro que esta campaña tiene en la edad un punto a favor. Jon Villanueva impidió al brasileño calcar el gol de Villaviciosa y le obligó a conformarse con desarbolar periódicamente a sus marcadores en la banda a lo largo de la primera mitad.
Tras el descanso, el choque cambió de aspecto y el frente de ataque empezó a recular. William desapareció progresivamente hasta que su entrenador lo borró por completo, introduciendo a Calavera en su lugar. Borja presumió de haber recobrado el gobierno con el ingreso del centrocampista; jugador de intervenciones contadas pero con suficiente importancia como para que se hayan rechazado propuestas de traslado en el mercado invernal. Seguirá creciendo en Abegondo y aunque también pertenezca al Atlético, si rinde seguirá aquí.
Mucho más fácil que convencer a los colchoneros de soltar a Soriano. La entidad rojiblanca se negó a incluir opciones futuras en el contrato de cesión. Tampoco el Watford con Juergen, mientras que el futuro de William en A Coruña pasa por entenderse con el Leganés. De entre quienes rejuvenecieron el once en Zamora solo está atado Trilli. Del bisoño lateral cuelga precozmente el cartel de hombre de club pese a que su contrato no vaya de momento más allá del 2024, futuro inmediato para un juvenil.
A esa categoría aún atiende la ficha de Noel, titular en cuatro de los cinco últimos duelos como prueba de la confianza del míster y del afecto de la entidad. Ha potenciado su talento, sabiendo abstraerse de una negociación enquistada y del reclamo de su devota afición. Enorme carga a los 19, pero entre los críos del Dépor abundan las pruebas de madurez.