Cuando los resultados acompañan, cualquier gestión del vestuario es más sencilla. Porque si hay jugadores que consideran que deben tener más minutos, el mismo hecho de que las cosas salen bien en el campo aplaca esas posibilidades de reivindicarse. La única opción de hacerlo es rendir al máximo en los minutos de que puedan a disfrutar. Así, el contexto incide sobremanera a la hora de favorecer que un vestuario amplio no sea un problema. ¿Quién va a protestar cuando los que están jugando obtienen resultados?
El Deportivo ha demostrado en esta primera vuelta que dispone de una estructura firme y con pocos cambios. Hay un núcleo duro de jugadores que sí o sí participan siempre. Y hay fundamentalmente dos puestos flotantes donde se han ido repartiendo minutos. Mientras esa estructura soporta la presión competitiva, los demás disfrutan de opciones y dan aire al colectivo en función de su rendimiento semanal o el plan de partido, y hace que se sientan partícipes.
En este contexto, las variaciones se están desarrollando de manera natural y sin sobresaltos por lo bien que va el equipo.
En el campo y en el vestuario
En todo momento, el resultado va a hacer que la toma de decisiones en el ámbito deportivo vaya a ser positiva. El problema llegará cuando el resultado no esté presente. Así, podemos hablar de la gestión de la plantilla en el campo, que es propiamente a lo que nos estamos refiriendo, porque la gestión de vestuario propiamente dicha es distinta, y solo la conocen un grupo reducido de personas.
¿Qué es antes: la buena gestión del vestuario o los buenos resultados? Donde verdaderamente se mide la capacidad de un entrenador o de un proyecto es en los momentos de dificultad. En los buenos, con el mar en calma, cualquier patrón lleva el barco a puerto. Lo malo es cuando llega el oleaje.
La dirección en la que se está enfocado el Deportivo es sólida y firme, y nada hace pensar en problemas. También conduce a esta reflexión pensar en la entidad de los rivales, que no se están reforzando de una manera importante, e incluso hay dos en proceso de descomposición, como el Extremadura y el Badajoz, que habían partido como rivales por el ascenso. Los dos Racing siguen la estela del Dépor, pero todo está ayudando a mantener el ritmo firme. No confiarse y minimizar errores son ahora los objetivos del Deportivo.