Solo faltó marcar más de un gol

Paco Liaño

TORRE DE MARATHÓN

cesar quian

09 ene 2022 . Actualizado a las 16:01 h.

El comienzo del partido reafirmó las buenas sensaciones con que el Deportivo había llegado al descanso de Navidad, cuando estaba disfrutando de una mejoría a partir de ese plan de salir a buscar a los rivales. Pero, sorprendentemente, en la segunda mitad tomó un camino diferente que a punto estuvo de costarle los tres puntos. El equipo cedió demasiado terreno al Talavera y si esto no le costó más, fue porque los delanteros que juegan en Primera RFEF no son capaces de marcar en todas las ocasiones que se generan en esta categoría.

No me sorprendió la entrada de Trilli en el once, porque su actuación despejó cualquier duda de que pueda jugar en este equipo. No es que el jugador sea mejor que Víctor García, sino que todos podemos estar tranquilos cuando juega uno o el otro. El juvenil el único problema que se ha encontrado es precisamente con un Víctor que no iba a esa plaza, pero el rendimiento de ambos ha sido tan bueno, que el Dépor no ha dudado en deshacerse de los dos laterales derecho de la plantilla para preferir a estos.

La primera media hora fue justo lo que yo espero del equipo a partir de ahora, con Juergen más retrasado en el doble pivote. La primera mitad respondió a esa idea y solo faltó marcar más de un gol. Pero, luego, el equipo dio la sensación de que se conformó y perdió esa forma de jugar en campo rival y con la defensa adelantada. Y aún se acentuó esta idea en la segunda mitad, cuando el Talavera llegó a ponerlo contra las cuerdas.

Hasta que Borja Jiménez reaccionó con los cambios. La entrada de Álex Bergantiños recolocó al equipo con un centro del campo más poblado y, en la recta final del partido, retomó el control y hasta generó lo suficiente para tener un penalti a favor, e incluso dos o tres jugadas de gol que alejaron de Riazor los fantasmas del empate.

Los protagonistas del partido fueron Mackay y Miku. A este no le oscurece su actuación el fallo del penalti. Es un jugador tremendo. Solo hay que pensar que si estuviera en el Talavera, el Dépor habría perdido. Y lo de Mackay a nadie le sorprende ya. Hay otros partidos en que trabaja menos, pero siempre resuelve. Fue el más destacado. Su veteranía le permite no perder la concentración, incluso en partidos que le había tocado trabajar menos. Esta vez lo necesitó, y otra vez estuvo ahí.