El pasado visita a Borja Jiménez en Riazor

TORRE DE MARATHÓN

Borja Jiménez, en su etapa como entrenador del Valladolid Promesa y en la actual
Borja Jiménez, en su etapa como entrenador del Valladolid Promesa y en la actual Real Valladolid / César Quian

La carrera del técnico del Deportivo está marcada por su paso por el Valladolid Promesas, que rememoran varios de quienes coincidieron con él en el filial

11 dic 2021 . Actualizado a las 12:52 h.

Esta es una historia con un montón de viajes. Largos rodeos para llegar desde los anexos de Zorrilla a Riazor. Pero hay uno —el primero, claro— que tiene más valor. «Había salido de España para seguir formándome, recibo una llamada de Cata para ir para allá y decido apostar otra vez por el fútbol». Sonó el teléfono de Borja Jiménez y al otro lado, la voz de José Antonio Prieto. Cata, para un mundo, el del fútbol, al que se enganchó en Galicia y le ha llevado hasta la secretaría técnica del Osasuna. De por medio, ejerció el mismo cargo en Valladolid, donde pidió el número de Borja y marcó: «Él estaba haciendo un curso en Oporto, cogió el coche y vino a reunirse conmigo y con Braulio [Vázquez, exjugador del Dépor y ahora director deportivo rojillo, tras pasar también por Pucela]. Apostó por quedarse y nosotros por él».

Lo hicieron dos veces. Una para que llevara el cadete blanquivioleta y otra, solo tres meses más tarde, para que se hiciera cargo del filial, tras promocionar al primer equipo a Rubén Albés. «Dentro de los que teníamos en la estructura, consideramos que sus características formativas y técnico tácticas eran las mejores para el Promesas», detalla Cata, convencido de un acierto que plasma en nombres: «Toni Villa, Anuar, Arnaiz...». Todos defendieron al Valladolid en la máxima categoría, mientras otros como David Mayoral, Higinio, Ángel García o Caye Quintana se han instalado en el fútbol profesional.

Solo un escalón por debajo (el de Primera Federación) ejerce Manel Royo, central del Costa Brava al que pulió el actual técnico del Dépor. «Durante las primeras jornadas con él sufrimos muchos resultados negativos. Fueron siete derrotas en nueve partidos. Pero con Borja sabes que siempre hay un plan. Entiendes que estás en una carrera de fondo y que no hay improvisación, eso al jugador le ayuda. Estudia mucho al rival y tiene muy claro a qué quiere jugar, saltábamos al campo sabiendo qué nos íbamos a encontrar. Hicimos una segunda vuelta de play-off y nos salvamos con cinco jornadas de margen, eso es un dato brutal». A juicio del zaguero, en la reacción pesó la gestión del grupo: «En eso también es un entrenador top, sabe apretar cuando hay que hacerlo y al mismo tiempo ser cercano, que en un futbolista joven es fundamental. Nos llevó a ser una gran familia, y ahí le vino bien contar con David Rincón».

Se refiere Royo al psicólogo que trabajaba con el filial y hoy sirve al Athletic. Revive aquello desde Bilbao: «Los inicios fueron duros y ahí me llamó la atención su templanza al buscar soluciones, una forma de trabajar en equipo, manteniendo la calma, que ayudó mucho a cambiar la tendencia. Supo hacerse con el vestuario, liderar». Más allá del aspecto emocional, Rincón coincide en algo que resaltan cuantos han participado en la carrera del actual entrenador blanquiazul: «Llama la atención su completo análisis del adversario y su capacidad de adaptación».

Virtudes que pondrá de nuevo a prueba ante un Promesas que fue suyo. «Es un club que siempre será especial para mí. Le guardo muchísimo cariño a los que siguen. De los utilleros hasta Mario, el jefe de prensa», apunta Borja en la previa del duelo. Y Mario (Miguel) responde desde Valladolid: «Es alguien que se hace querer. No se va a ganar el respeto por un físico imponente o por haber hecho carrera como futbolista. Se lo gana por conocimiento y resultados; así se lo ganó aquí desde que lo trajo Cata».

Cata, que cierra el círculo: «Ha picado mucha piedra y ahora ha llegado al Deportivo. Su trabajo lo ha llevado donde está y en el camino se ha ido haciendo a sí mismo». Ese camino que arrancó en la carretera que lleva a los anexos de Zorrilla desde Portugal.