Impresiona ver la marea azul y blanca

Matías Palacios NARRADOR DE FOOTTERS

TORRE DE MARATHÓN

Los jugadores del Dépor agradecen a los aficionados su apoyo en el campo del Rayo
Los jugadores del Dépor agradecen a los aficionados su apoyo en el campo del Rayo Jorge Ropero

24 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Lo cierto es que cuando me comentaron que me tocaría narrar el partido entre el Rayo y el Deportivo me hizo ilusión. En Argentina el Dépor es un equipo que cae bien, al que hay mucha gente vinculada por ser un club gallego y por todos esos años en los que alcanzó gran repercusión.

Los cambios respecto a las veces en que he tenido que comentar cualquier otro encuentro los noté mucho antes del inicio. Llevo tres años en España y en mi país había pasado casi veinte narrando fútbol de todas las categorías. En el tiempo que llevo trabajando para Footters me había tocado cubrir distintos partidos en Madrid y en el campo del Rayo siempre había sido sencillo: uno llegaba y aparcaba a la puerta del estadio. Esta vez la zona estaba controlada por la policía y había que buscar estacionamiento como diez calles más allá. De ahí, ir caminando al campo. Y en ese trayecto ya se podía ver una marea azul y blanca, con tantas familias, tanta gente con las camisetas y las bufandas del club. Impresiona.

Impresiona sobre todo porque venimos de una época difícil, en la que hasta tuvimos que narrar desde casa por culpa de la pandemia. Y después vinieron los partidos a puerta cerrada, que a quien es aficionado al fútbol le duelen en el alma; se siente la ausencia. Entonces uno entiende mejor lo fundamental que resulta una afición como la del Dépor, que viaja, acompaña al equipo, lo alienta en todo momento. Hablamos de una hinchada entre las más importantes del fútbol español.

Es cierto que ya había visto en Argentina otros casos de equipos cuyos seguidores crecían en los momentos de mayor dificultad. El propio River vivió algo así tras su descenso de categoría. Aún así, sigue siendo emocionante comprobar que se cumple con esa fidelidad, con el apoyar en las buenas; pero en las malas, mucho más.

Aunque oficialmente se dijo que en el Cerro del Espino había 1.100 hinchas del Deportivo, estoy seguro de que se acercaban a los 2.000. Y eso es digno de remarcar. Que un domingo por la mañana tanta gente haga 600 kilómetros para animar a su equipo en la tercera categoría es algo que no sucede en casi ningún lado. Muchos más siguieron el encuentro por televisión y a esos les agradezco el cariño transmitido en redes sociales.

Desde el comienzo se notó una conexión entre los futbolistas y la grada, se percibe además que la hinchada está contenta con la plantilla que se hizo esta temporada y con el juego que se hace, se ven identificados. Luego el partido se puso muy pronto de cara, pero ni siquiera con el empate bajó la intensidad. La grada lateral era completamente azul y blanca y todo el mundo animaba, ni un momento se dejó de escuchar a los del Dépor. Esa zona del campo estaba repleta, con la marea azul y blanca devolviéndole al fútbol la pasión.