Una pareja inesperada

Alexandre Centeno Liste
Alexandre Centeno SAQUE DE BANDA

TORRE DE MARATHÓN

César Quian

30 oct 2021 . Actualizado a las 21:08 h.

El fútbol está lleno de casos de futbolistas que, ya sea por una casualidad, ya sea porque alguien apuesta por ellos sin ser los números uno, acaban reivindicándose de tal manera que parece imposible entender una alineación sin su presencia. Sin ir más lejos, en el Dépor, Paco Liaño estaba en la playa, sin equipo, cuando una lesión de Canales lo trajo a Riazor. Hoy todavía es, junto con Oblak, el mejor zamora de la historia. ¿Y Sabín Bilbao, un desconocido que venía de la mano de Santi Francés y acabó corriendo la banda como si no hubiera mañana? Manuel Pablo, eclipsado por el Turu, se pasó meses sonriendo, y acabó siendo capitán general. Como Donato, que venía para retirarse. Y lo hizo, pero once años después y con seis títulos en la buchaca.

Luego están los futbolistas que parecen haber nacido para formar pareja con su compañero. No necesitan ni hablarse. Cada uno sabe en todo momento qué va a hacer el otro. Bebeto y Claudio, Fran y Romero, otra vez Donato y Naybet, Valerón y Makaay...

En este Dépor, tan alejado de estos ejemplos, hay dos futbolistas que parecían llamados a ser tercer y cuarto centrales, y con todo merecimiento se han ganado la titularidad. Y vaya si se la han ganado. Jaime y Lapeña han congeniado tan bien que parece que llevaran años formando dúo. Juntos en el campo totalizan 625 minutos (sin contar el tiempo añadido) en los que la escuadra que prepara Borja Jiménez solo ha encajado dos goles. Los que anotó Carlos Bravo para el Real Unión.

En el resto de partidos, unas veces gracias a las extraordinarias actuaciones de Ian Mackay (sensacional en algunos duelos), otras por su sobriedad, el caso es que el Dépor no encajó goles estando esta pareja sobre el campo. Frente al Logroñés, el tanto llegó una vez que Jaime había abandonado el terreno de juego.

Frente al Zamora volvieron a estar a un alto nivel de entendimiento, colocación e incluso de salida de balón. Dos futbolistas jóvenes (25 y 26 años) con contratos de corta duración, que se han reivindicado con su buen hacer sobre el terreno de juego. Cuidado, no vayan a volar.