El Dépor y el Racing se enfrentarán desde proyectos con similitudes que abarcan desde su nefasta última campaña hasta el sueño del ascenso en esta
19 oct 2021 . Actualizado a las 17:41 h.Igualados en la clasificación y con las mismas ansias de ascenso. El choque del domingo (12.00 horas, Footters) en Santander no se convertirá en uno más en la novena jornada de Primera RFEF. Por historia, potencial y expectativas, este Racing de Santander-Deportivo tiene mucho que decir.
Suman noventa años de presencia en Primera División
El Dépor y el Racing de Santander figuran entre los quince clubes que más puntos han sumado en la clasificación histórica de la máxima categoría. El equipo coruñés ha disputado 46 temporadas, mientras el Racing sumó 44 hasta su último descenso, que fue en la campaña 2011-12.
Quedaron fuera de la última fase por el ascenso
La última temporada supuso un fiasco para ambos. Descendieron juntos de Segunda y sus proyectos pasaban por retornar a la primera, pero ninguno de los dos accedió a las posiciones para disputar la fase de ascenso. Tras un año errático en el que cambiaron de entrenador a mitad de curso, el cuadro cántabro logró mantenerse en la tercera categoría gracias a un segundo puesto en su grupo de promoción, por detrás del Real Unión. El Dépor también se salvó de bajar una división con una segunda posición en el suyo, a un punto del Racing de Ferrol.
Entre los presupuestos más altos de la categoría
Según reflejó en la junta de accionistas del pasado mes de abril, el Deportivo cuenta para esta temporada con un presupuesto de ingresos de 6,3 millones de euros y uno de gastos muy superior. En su grupo de Primera RFEF, únicamente la UD Logroñés, recién descendida de Segunda, podría alcanzar estas cifras. Por su parte, el Racing de Santander, que la campaña pasada dispuso de un presupuesto poco inferior a los 4 millones de euros, se estima que ahora rondaría los 3 millones.
Clubes en graves crisis económicas
La negociación del ERE acometido por el Deportivo le ha permitido liberar masa salarial de cara a un hecho hasta ahora inédito en su historia: afrontar una segunda temporada fuera de Primera o Segunda División. En la junta de abril, el club, propiedad de Abanca, reconoció un descuadre entre ingresos y gastos de 9 millones de euros que le ha obligado a ajustarse el cinturón mediante acuerdos con un buen puñado de empleados deportivos y no deportivos. El Racing de Santander cerró el curso 2020-21 con unas pérdidas de 2 millones de euros y aún tiene pendiente de pago 1,7 millones del concurso de acreedores en el que entró hace justo una década. En un momento en el que el club pasaba por serios problemas, el Grupo Pitma (un conglomerado empresarial con sede en Torrelavega e intereses en diferentes sectores como las telecomunicaciones, la seguridad, la energía o los recursos humanos) y un elenco de exjugadores salvaron a la entidad de la desaparición en el 2017 con una ampliación de capital de más de dos millones de euros.
Empatados a puntos tras un buen inicio liguero
El Racing de Santander cuenta por triunfos sus cuatro partidos como local, en los que, además, ha encajado un único gol. Esta regularidad, unida a su triunfo del pasado domingo en Badajoz, le ha permitido dar caza a un Dépor que empezó enrachado y, tras un pequeño bache, aspira a volver a coger velocidad de crucero.
Dos de los equipos con más socios en Primera RFEF
Mientras el Deportivo ha superado los 18.000 socios, el Racing cuenta con un número similar de abonados respecto al de la campaña anterior, algo más de 8.000. Solo el Castellón (12.000 abonados) y el Badajoz (8.000) pueden compararse con ambos.
Nuevos ídolos para abrir una etapa diferente
Los dos rivales del domingo acaban de acometer una importante renovación.
Plantillas sin continuidad respecto al curso pasado
Ambos hicieron borrón y cuenta nueva respecto a la pasada temporada. En el Dépor apenas se han mantenido seis jugadores (Valín, Granero, Héctor, Bergantiños, Villares y Miku), mientras el cuadro cántabro afrontó una renovación completa con quince fichajes, entre los que destacan jugadores con trayectoria en superior categoría como Fausto Tienza (con paso por el Osasuna, entre otros), Sergio Marcos (Villarreal) o Carlos Castro (Sporting).
Entrenadores jóvenes, pero con bagaje en la categoría
Aunque Guillermo Fernández Romo (43) es siete años mayor que Borja Jiménez (36), los dos pertenecen a una generación de entrenadores labrada en Segunda B. El técnico racinguista, con pasado en la base del Pontevedra y del Celta, viene de entrenar al Cornellà, con el que acabó líder del grupo de promoción. Allí coincidió con Juan Giménez, que este verano llegó al Dépor como adjunto de Carlos Rosende en la secretaría técnica.
Dos exracinguistas en las filas del Dépor: Rafa de Vicente y Borja Granero
El central vivió en Santander cinco temporadas (2013-18: cuatro en Segunda B y otra en Segunda) en las que habitualmente jugaba como mediocentro. Justo cuando dejó El Sardinero, llegó De Vicente, que protagonizó un ascenso a Segunda, pero luego fue cedido al UCAM, desde donde el Dépor lo fichó este verano.
Cuatro gallegos en las filas cántabras
Si en el Dépor hay cinco gallegos entre los 24 de la primera plantilla (Mackay, Brea, Valín, Bergantiños y Villares), en el Racing se cuentan tres jugadores (el portero Lucas, el excentrocampista del Lugo Borja Domínguez y el que fue delantero del Celta B Manu Justo), así como el segundo técnico, David Paredes, Duvi, que es de Vilagarcía de Arousa.
Dos de los mejores ataques de la categoría: Quiles y Miku frente a Cedric y Soko
El Dépor y el Santander cuentan con dinamita en su ataque. Mientras Quiles y Miku suman ocho goles en A Coruña, el dúo racinguista formado por el camerunés Soko y el nigeriano Cedric está dando mucho que hablar. Suya fue la jugada del triunfo el pasado fin de semana en Badajoz, cuando Soko recuperó la pelota en el área racinguista, corrió pleno de potencia al contragolpe hasta la frontal contraria y sirvió a Cedric, quien de certero disparo ajustado dio los tres puntos a su equipo. Entre ambos suman seis de los doce goles cántabros.
La irrupción de un juvenil con el que la afición se identifica
En el invierno de sus clubes, dos jovencísimos jugadores portan el estandarte de la ilusión. Noel personifica mejor que nadie las expectativas deportivistas para esta temporada, desde los tres goles que ya ha marcado y su reciente estreno en el once. En Santander, el mediapunta Pablo Torre, el hijo de solo 18 años del histórico Esteban Torre, lleva la manija de su equipo y se ha consolidado como indiscutible en las alineaciones del primer equipo desde la temporada pasada.